Thursday, September 29

Oéeee oeoeoeoéeee oée oée

Hay ocasiones en las que uno tiene que sacrificarse por la empresa, y como yo soy un legionario de la mía, si tengo besar a la cabra, pues la beso, coño.

Ayer venían de distintas partes de España unos compañeros de trabajo para una reunión que hemos tenido hoy, convocada el día después del partido del Madrid de manera nada casual.

Hicimos la previa de la reunión de esta mañana en la puerta 0 del Bernabeu donde repartimos las entradas a cambio de un buen montoncillo de panoja, colocando dos que nos sobraban a dos canarios la mar de majos.

Yo soy de pipas y botella de agua para ver el fútbol, pero no me dio tiempo a comprar nada antes de entrar, así que, con el traje aún puesto, atravesé el torno como un señorón y ocupé mi asiento.

“Buenas tardes caballero”, saludo muy educadamente a quien tengo a mi lado. “Buenas tardes”, contesta un hombre que tiene media cara paralizada probablemente desde el último partido de la selección española.

“¿Ha visto usted la alineación de hoy?”, pregunto. El hombre, sin sacarse el pinganillo de la radio de la misma oreja en la que lo lleva los domingos cuando pasea escuchando el Carrusel con su mujer cogida del brazo, contesta “Pues sí, no entiendo nada. Este Luxemburgo es un idiota”.

Uy, lo que ha dicho. Este hombre ha encendido el contacto y el motor del embrutecimiento imparable en un campo de fútbol se ha puesto en marcha.

“Y tú que lo digas, no tiene ni puñetera idea el subnormal”, me animo. “¿Cómo subnormal? Ese tío es un gilipollas”. “¡¡Eso, gilipollas lo menos!! Me cago en su madre, ¡hombre ya!”

Para cuando Rivaldo toca el primer balón las tripas de mi amigo se han soltado y está dispuesto a ponerlo todo perdido: “¡¡Hijo de puta, cabronazo, taxista!!” ¿Taxista? “Y tú, el de atrás, deja de fumarme el porro en la cabeza que llego todos los días mareado a casa (1). Ganas me dieron de decirle que también le pidiese al mozo que se metiese en el culo (2) los dedos con los que silbaba en mi oreja a tres veces el umbral del dolor.

En fin, que sufrimos para ganar, pero ganamos (3). ¿Y dónde se celebran las victorias del Madrid? No, en la Cibeles no, que no da de comer. En el Asador Donostiarra, a ponernos hasta arriba de carnaca y vino del bueno.

Y esto es otro día duro de trabajo. Yo no sé cómo lo aguanto.

Wednesday, September 28

De sofás y fluidos corporales

Creo que ya he ido a ver todas las tiendas de sofás de Madrid. Podría hacer un ranking de precios, comodidades y horterismos; ordernarlos del uno al diez y elegir la compra maestra. De hecho, creo que voy a vender mi estudio a la OCU para elevar el conocimiento humano y mejorar la especie.

Para mi habitación azul he elegido un sofá grana, de manera que si miras la habitación con perspectiva tienes una habitación blaugrana, lo cual ni me eleva el espíritu ni me provoca depresiones, sino todo lo contrario. Lo veo más como un hecho necesario que da equilibrio a mi casa frente al póster del Madrid que he tenido colgado durante 30 años en mi habitación. Ya sabes, un poco de Yin y un poco de Yang.

El del salón me lo traen la semana que viene. Estuve a punto de comprarlo en una tienda muy cara en la que aguanté una hora únicamente porque la dependienta estaba buenísima. No me quedó nada por preguntarle, e incluso averigüé que hay seguros para los sofás, cosa que no me extraña viendo los precios pura sangre que lucen. Un precio que quizás me pudiera permitir porque al menos yo no me gasto el dinero en salvar a Idaira, y un seguro que cubre que tu gato se afile las uñas con las patas del sofá; que se te caiga una cucharada del yogur de la cena porque te quedas dormido viendo a Julia Otero coquetear con sus invitados; que accidentalmente utilices la tela como lienzo de tu inspiración; y contra manchas de, ehhmmm… fluidos corporales.

¿Y esto de los fluidos corporales, qué quiere decir exactamente?, pregunto.

Bueno, yo creo que está suficientemente explicado con estas dos palabras, ¿no?, contesta la dependienta maciza.

Pues yo no estoy tan seguro. ¿Significa esto que si alguien tuviese una actividad sexual sin par, un furor instrumental ejemplar y un vigor eyaculatorio desbordante, de manera que su sofá acabase salpicado de su amor cada fin de semana, siempre iría un señor con las gafas y la linterna de Grissom y con el paño de la Juani a limpiar sus “fluidos corporales”, como si fuese un honorable limpiador de cabinas de sex shop?

Eehh, bueno, quizás no está tan claro, ¿verdad?

Pues no. Vaya, vaya a usted a informarse, ande.

(Extraído de una conversación con Sebas y relatado en primera persona).

Tuesday, September 27

(Ap. 15:1)


Es la señal. El primero de los ángeles ha vertido la ira de Dios que contenía su copa, y aún faltan los otros 6 que traerán:

- La victoria de Idaira en las tres próximas ediciones de Operación Triunfo.

- Las Olimpiadas a Madrid en 2016.

- La reencarnación de Luis Enrique.

- Una quincualogía de películas de Almodóvar con un seminarista travestido, padre de un hijo chino tullido tenido con una prostituta drogainómana, de protagonista.

- Un disco de Las Ketchup con Andy y Lucas haciendo las segundas voces.

- Un nuevo impuesto que grave las relaciones sexuales, incluidas las autosatisfactorias y especialmente las que incluyan látex, para proteger el medio ambiente.

Monday, September 26

Evangelización


Este fin de semana ha tocado dar descanso a las barbacoas que en las dos últimas semanas habíamos encendido de manera controlada en sendas fincas privadas (olvídese, señora ministra, de venir a empapelarnos).

No sé cual es nuestro problema, o sí, sí lo sé, el caso es que cada vez que hacemos una barbacoa acabamos encendiendo una cerilla, y echando una tonelada de carbón con tres o cuatro pastillas, de manera que tenemos que acabar recogiendo todas las hojas de pino y las del Marca en que no se habla de fútbol y echarlas al fuego. Pero como quiera que eso tarda en prender como hecho de amianto, terminamos por recurrir a los secadores. (1) y (2)

Y oye, lo de los secadores no está mal, sobre todo en una barbacoa nocturna, porque eso se convierte en una preciosa Noche de San Juan. El crepitar de las cuatro ramas, junto con el baile de las llamas y el vuelo de miles de chispas, hipnotiza. Hipnotiza hasta que te saltan a la camiseta y te la queman, que es cuando se rompe el hechizo, te cagas en el carbón ignífugo y en la madre del que inventó el secapelos, y te sirves otra cerveza.

Pero como se ve que teníamos morriña de carnaza, nos fuimos a comer a El Molar, un pueblecito de Madrid que tiene, en unas cuevas en el monte, unos cuantos restaurantes especializados en asados.

Solomillos para seis y dos de todos los entrantes, menos de pimientos, que cinco.

Revisando las fotos que teníamos en nuestras carteras, un clásico de las sobremesas, apareció en la cartera de LM una estampita de un santo. Se la enseñó a Alex, la novia sueca de Neski, y le preguntó: ¿Tú eres protestante?

Era, dijo ella

¿Y se puede saber ahora qué eres?

No creo.

¡Uy! Eso no, ¿eh? Mira, aquí lo que hay que hacer es rezar mucho, mirar al cielo y darle besitos al santo, ¿entiendes? Te voy a dar yo el nombre de uno que es muy milagroso, le rezas un poquito y ya verás tú qué bien.

No sé, creo que no comprendo, dijo la pobre mirando a su novio con unos ojos de pedir ayuda que daba lástima verlos.

Oye, remata LM, ¿y allí cuando os casáis, os tiráis arroz o bolas de nieve?

Friday, September 23

ITV

El examen de la ITV es raro, muy raro.

Mi coche tiene que pasarlo dos veces al año, y no le cuesta mucho conseguir el aprobado. Le basta con enseñar un poco los bajos, demostrar que tiene luces y que sabe echar el freno.

Pero hay una prueba que me tiene mosca, y es esa en la que tienes que bajar del coche y salir un rato del recinto, dejándolo en manos de un tío con un mono sucio y las manos manchadas de grasa. Tu coche, ese ser inanimado al que tanto quieres y con el que tantas experiencias has vivido, incluídos esos viajes en el asiento de atrás (1).

¿Le gustaría a usted, señor mecánico, que yo le dijese en un hotel, "buenas noches déjenos un rato a su mujer y a mí a solas, que enseguida le acondicionamos la habitación y le avisamos"? Supongo que no.

A lo mejor me siento así porque lo he pasado hace poco, pero ya tengo la idea de que cuando tenga que volver, lo haré con folios pegados por el interior de las ventanillas con reivindicaciones del tipo "No más violaciones de taller". "Explicaciones, o indemnizaciones", y "Mamones, no me toquéis los pistones".

(1) Nota del autor: viajes de viajar.

Tuesday, September 20

hombre objeto


Que no, que no soy de los que salen por la tele en las escaleras del programa de Ana Rosa con un micrófono en la mano para acercárselo a la señora de Talavera de la Reina que ha ido con sus amigas del club “El Cinquillo” a ver qué es eso de la tele y comerse un bocadillo.

Tampoco soy de los que se dejan pellizcar el culo, ni soy el Pluto de Eurodisney. Lo que sí soy es un bulto de categoría extra y un recluta forzoso con misión de tapar huecos y disimular la imagen desértica de congresos con ministro.

Es humillante que un día te digan en tu empresa que mejor que hacer tu trabajo, te vayas una mañana al cine, pero no me había levantado yo muy orgulloso y decidí aprovecharlo.

Madrugué y de camino a la oficina compré El Mundo y el tebeo de Mortadelo y Filemón, por si acaso la cosa se ponía muy jodida. Llegué pronto a la oficina e imprimí 6 parejas de Sudokus de distinta dificultad para Elliot, que también venía conmigo, y para mí. Eché el iPod a la bolsa y fui al congreso.

Al entrar cogí los auriculares de traducción simultánea porque en el programa estaba anunciada la participación de un tal señor Chan y yo el cantonés lo tengo olvidado de no usarlo. Me senté junto a Elliot y estuvimos charlando un rato, recordando la vez que nos entró la risa en medio de una interpretación en el Teatro Real, y cómo acabamos sudando la gota gorda y haciendo ruidos de jabalí al intentar contener la respiración para ahogar las carcajadas.

Empezó la conferencia y era realmente muy animada.

A los 10 minutos, Elliot y yo estábamos cronometrándonos a ver quién tardaba menos en resolver los sudokus.

Como yo me encontraba un poco incómodo porque las butacas estaban dobladas hacia delante, de manera que casi podíamos juntar las manos por delante de las rodillas, me recosté y enchufé los cascos de traducción simultánea a mi iPod, a ver si un poco de Massive Attack me ayudaba a relajarme y encontrar los números.

Al final del congreso yo era 3 croissants, una caracola, un suizo y dos napolitanas más gordo; había arrasado a Elliot con los sudokus; había sido testigo de la habilidad de un hombre para pasar del portugués al español y de éste al inglés en 2 frases y sin darse cuenta; había recibido 2 mensajes de Dwalks para tocarme las pelotas (as usually) y yo le había devuelto uno mentado a su abuela.

Un éxito tal, señora, que me ofrezco para llevarla del brazo en bodas y bautizos, para animar sus fiestas de cumpleaños e incluso para acompañarle en cenas de empresa (english spoken).

Hoy ha nacido un puto.

Esto es el Atleti


JS: Buenos días señores, en especial a ese grandullón llamado LM que, como yo, debe estar más ancho que largo después de vivir la hemorragia rojiblanca de ayer por la noche.

No me llaméis JS, me llamo Martin Petroff... Yo sé que esto no se puede hacer pero qué coño! ¿Cómo se siente el trampas siendo el tercer equipo de la ciudad?

¡Besitos a todas!

Sebas, no me vengas otra vez llorando con lo de los árbitros que siempre estáis igual. Quien a hierro mata...

Dios, cómo me gustan estos momentos...

Sebas: Por este tipo de cosas, por hablar en la jornada tres, es por lo que los atléticos hacéis que vuestro club se parezca más al Murcia que a cualquier grande.

El trampas, ¿no?


Y lo de acordarse de Franco ya sólo lo hacéis tú y Zapatero.

JS: Yo me acuerdo de Franco cada vez que llegan a nuestra portería..., qué gran portero, aunque no es el mono...

El Murcia también está por encima del Madrid, ¿no?


Pelillos a la mar, si yo sé que soy patético pero para una vez que puedo..., ¿qué quieres que te lo diga en la jornada 38 cuando estemos luchando por el descenso? No, ¡ahora es nuestro momento y nos váis a sufrir!!


Todavía tengo los pelos como escarpias y lágrimas en los ojos... ¡¡Es que hasta Luccin corre!! El mundo al revés.

Monday, September 19

sin carga

Es domingo y trato de encender mi coche por tercera vez esta mañana, aunque en esta ocasión ni siquiera amaga el ronquido (el pobre está ya muy mayor para rugir). ¿Cómo es posible? Hace media hora lo arranqué en casa de Berlín y hace 5 minutos lo hice otra vez para venir al videoclub. Menos mal que no lo he dejado en doble fila.

No, pero la batería no puede ser, no puede haberse agotado tan súbitamente. Además, recuerdo que la cambié hace menos de dos años y medio. ¿Y ahora qué hago? ¿Papá, estás ahí? Joder, ¿por qué me siento tan inútil en una situación tan ridícula? En fin, buscaré el número de la Mutua para que vengan a buscarme con la grúa.

La Mutua ya no trabaja con el RACE, tendría que hacer limpia en toda esta documentación ¿Y la tarjeta de mutualista? En casa. Recuerda que los fines de semana sólo coges el DNI y la tarjeta del banco para no cargarte los bolsillos.

Entonces llamaré a Telefónica, 11824. Sí, ¿me puede decir el número de teléfono de asistencia de la Mutua, por favor? Ahá, espere que coja el boli para apuntar. Mmmm, no pinta. Bueno, lo guardo en el móvil, no se preocupe. Muchas gracias.

¿Señorita? Sí, mire, es que el coche no arranca. ¿Qué si funcionan las luces? No. Bueno espere… No, no funcionan. Sí, supongo que será la batería. Sí, ése es el modelo de mi coche, y estoy en el número 106, por favor anótelo porque se me va a acabar la batería del móvil. Sí, también est… ¡Mierda, joder!

Salgo a la calle a esperar la grúa que no tarda mucho en llegar. y dirijo al mecánico hasta mi coche. Ya le han avisado que es la batería así que voy levantando el capó.

Sí, claro que le he hecho mantenimiento a la batería. Por supuesto que le he echado agua. Emmm, uy, pues a lo mejor no. ¿Desde cuándo las baterías ya no llevan tapones para el agua?

Sí, ya arranca. Muchas gracias, oiga. Supongo que le tengo que firmar algo. ¿Mi número de mutualista? Uy, no sé, ¿me deja su teléfono para hacer una llamada? Ah, que no es necesario y le da igual con mi nombre y firma. Bien. Esto… ¿un boli que pinte no tendrá usted, verdad?

Friday, September 16

Aymaremíaquévergüenza


El esfuerzo que he tenido que hacer para poder contar estoy hoy aquí no se paga con dinero.

Tengo un problema de hipertrofia con mi empatía. Me hierve la sangre si veo una película en la que se engaña a buenas personas, mataría a los que hacen las cámaras ocultas porque tienen puñetera la gracia, y en ocasiones paso vergüenza, pero mucha vergüenza ajena, viendo en la tele a gente que, por cuatro perras, van a programas como el de Patricia a quien sólo le interesan los inadaptados y gente con problemas de obesidad, cibernovios transatlánticos, y los arrastrados que sólo se les ocurre llevar a su pareja a la tele para pedirles una segunda oportunidad.

Pero hete aquí, que la cosa vergonzosa ha sido superada por una actriz pizpireta que hace de cupido analógico en un escenario popicolorido. Estoy hablando de Estoy por ti, un programa donde va gente a buscar pareja.

En el programa que yo vi, un richar medalla de oro de los que dicen, y cito textualmente, “Tranquilas nenas, que tengo para todas”, debía elegir con ayuda de su hiperoxigenada madre que tenía sentada a su verita vera, a una chica de entre las tres que esperaban suerte al otro lado de la pared en el escenario. Está bien que no les dejen verse para que no huyan, me parece inteligente.

En una de las pruebas, la madre se adentra en la zona de las niñas para ver un cacho de carne, pase pistas al chaval y elimine a una. Hoy toca enseñar una patita. “¡Niño, pregunta!” “¿Son limpias, ma? ¿Están depiladas? Tendrán las uñas cortitas, ¿no?” Uy, qué bochorno, por Dios. "Mamá, elige bien o esta noche no cenas, ¿eh?” Ay, ay, ay, ¿por qué os hacéis eso, hombre?

Solo puede quedar una y la siguiente prueba les exige que se critiquen la una a la otra. Permanecen en liza la pija que viste minifalda rosa y parece una muñeca pepona, y la dependienta de tiendas Tipo, por lo menos. Mucha humillación, mucha falta de respeto, mucha potenciación de los complejos de la otra, pero todo de muy buen rollito, ¿eh? Que a la tele va uno a pasarlo bien, gorda de mierda.

Esto no lo soporto y me doy un respiro haciendo zapping. Dos anuncios de coches y uno de un coleccionable después, Richar, Pepona y Tipo bajan a un sótano oscuro donde, con las manos a la espada, tienen que comer uvas de un racimo que cuelga del techo. Al primer turno, Richar le está arrancando el labio a bocados a Tipo, “Mmm, mu rica”, mientras le planta la mano en el culo y arrima cebolleta. ¡Ole, ole y ole por Richar la avestruz, que como no ve, no puede ser visto!

El premio es ir a cenar a casa de Richar con su familia, y gana Tipo. O pierde. O gana. Mientras, a Pepona le invitan a volver al programa cuantas veces quiera, hasta que no soporte la humillación u obtenga su premio.

Ver para creer.

Tuesday, September 13

buscadores

Nace hoy la versión didáctica de Silent Shouts (no sé muy bien con qué significado el corrector de Word se empeña en escribirme Silent Shorts), en ayuda de aquellos que llegaron hasta aquí sin saber muy bien cómo ni por qué.

Recientemente he descubierto que el mundo de las páginas que hacen estadísticas de otras páginas es un vergel, y gracias a él, he averiguado que la mayoría de la gente que navega por Internet lo hace en pelotas y con una sola mano, a mayor gloria de las webcams.

En unos dos meses, al menos 23 personas han entrado en Silent Shouts buscando la tentación prohibida de las “lolitas”, y otras 20 siguiendo al perfume de las “vaginas en lata” que aparecieron un día en un comentario de Mordiscos y que se ha convertido en un auténtico jitazo, incluso con una variante bastante casera: el “tupperwarefollar”.

También hay, por lo menos, otros 6 o 7 que han llegado buscando instrucciones para masturbarse. Lo siento chicos, aquí se viene con pareja.

Evidentemente no falta quien ha llegado siguiendo las miguitas que dejaron las galletas y la técnica de mimo del impávido. E incluso hay casi 10 que han caído aquí buscando recetas para preparar arroz, que es peor que ir a los Monegros a llenar la cantimplora.

En fin, que como hoy me puede mi alma cándida, voy a dar servicio a ésas búsquedas que han llegado últimamente y que han llamado mi atención:

29 Aug, Mon, 15:46:13 “halterofilia acostado”.
A ver, es normal que en agosto, a la hora de la siesta, uno esté acostado, pero no que piense en halterofilia.

A las personas exageradamente vagas yo les recomiendo, sin lugar a dudas, esos electrodos que se enchufan por todo el cuerpo y que provocan las contracciones de los músculos. Y sí, he dicho todo el cuerpo, por si da la casualidad de que este buscador es también de los que llegaron aquí buscando una guía de masturbación.

05 Sep, Mon, 02:22:19 “puedo montar en atracciones con un marcapasos”.
Realmente no sé si se trata de una pregunta o de alguien que busca un foro donde se le aplauda su capacidad.

Personalmente creo que es un poco temerario, sobre todo en determinados tipos de atracciones, ya que no es lo mismo un Tren de la Bruja en el que te sacuden en la cabeza con la escobilla del sanitario, que una centrifugadora orbital, o la Old Sparky de Texaslandia, que se lleva fatal con los marcapasos, así en general.

Hoy he sido breve. Sólo un consejo más: tened cuidado con lo que jugáis, que luego andáis buscando soluciones a “pelotazos/pinchazos en las tetas”. Ah, y por favor, si está por ahí quien buscó a “Marujita Díaz en Interviú”, que vaya al médico.

Monday, September 12

sudoku

He de admitir que soy una víctima más del juego del verano. Y no sé si soy del todo sincero al decir que soy uno más, o debería afirmar que me he convertido en un enfermo potencialmente peligroso.

Aunque fui testigo del nacimiento del Sudoku en el dominical de El Mundo hace un tiempo, no le presté mucha atención porque no me gustan los pasatiempos. Considero que hay maneras mejores de invertir los minutos que tirarlos directamente al reciclador de papel una vez transcurridos.

Sin embargo en vacaciones el tiempo no falta, y hay momentos en los que apetece darle un viaje al cerebro para que no se atrofie y se quede negro, pequeño y arrugado, como Webster. Así que me cogí un día el periódico y me puse con el cuadro de 81 celdas en las que se colocan números del 1 al 9 en filas y columnas sin que se pueda repetir un número en la misma fila o columna ni en ninguno de los 9 cuadrantes en que está dividido... o algo así.

Ponía menos números que el contable de Marlon Brando en sus últimos días de vida (los de Marlon), hasta que fui a Altea y le pedí a Elliot que me enseñase cómo empezar. Y como si fuese el mismísimo Dr. Frankenstein, fue él quien creó al monstruo en el que hoy me he convertido.

Todos los días sin falta compro el periódico para hacer el sudoku. Me levanto por las mañanas a las 06:15 y mientras me tomo el Cola Cao, hago el sudoku. Me traigo el sudoku entre las páginas del libro que estoy leyendo y lo hago en el autobús.

Me voy al baño en la empresa y hago el sudoku sentado en el sacamojones, con mis pies asomando por la puñetera rendija de un palmo que hay en la puerta.

Por las noches, en lugar de escuchar El Larguero hasta que me duermo, meto al sudoku entre mis sábanas.

Y lo peor es que he descubierto que existe el Sudoquo, que incluye las letras de la A a la E, y que el domingo en El País se publica el sudoku samurái que tiene 369 celdas de lujo asiático y que consiste en 5 sudokus combinados entre sí, en plan cama redonda sin que puedas saber si este brazo es de la rubia con coleta, o si ese 8 es de la segunda fila del sudoku central.

Friday, September 9

esperando a godot



Todo el fin de semana.

Thursday, September 8

el mito de las dependientas de Zara



"Buena presencia. Llamar al 555-128-465".

Así de sencillo podría ser el anuncio que Zara publicase en el Segunda Mano o en Infojobs para buscar dependientas (de ellos que hablen ellas), aunque me he informado y no puede uno discriminar a nadie por su aspecto físico, al menos a la hora de poner un anuncio para las entrevistas. Luego ya se pueden poner notas al margen en el currículumdiciendo "Foca bigotuda que huele a pescado" "Acné con peligrosa actividad volcánica" "Engendro orco versión Beta".


Para mí el mito comenzó de bien pequeño, cuando todavía no sabía ni que existía Zara y muchísimo menos Amancio Ortega, preboste del imperio textil español. Tenía un amigo con una hermana mayor que era de las de castigarse en el baño con 14 años, y efectivamente, trabajaba en una tienda de Zara.

Pasaron los años y conocí la línea masculina de Zara gracias a Prosi, otro amigo que iba de sujetarropas de probador para su hermana siempre que ésta iba de compras. Claro, que lo hacía solo para ver a las dependientas y poder contarnos después, emocionado como si acabase de sobrevivir al fuego cruzado de Bonnie & Clyde, lo delgadas que eran, lo cortas que eran sus faldas, lo escotadas que eran sus blusas y lo maquilladas que iban, ignorando que estaba prendiendo la mecha de una pandilla de adolescentes con pólvora en lugar de hormonas. ¡Qué dura es la adolescencia!

Da la casualidad que ahora paso todos los días a eso de las 8 de la mañana por delante de una de las tiendas grandes que Zara tiene en Argüelles, y allí están esperando, sentadas en un escalón de la calle, un grupo de unas 5 o 6 chicas todas vestidas de negro, con peinados la mayoría bastante imposibles, y con cuatro capas de pintura, como las líneas de la M-30, eterna obsesión.

Pero ya no es lo mismo. Ahora veo a unas chicas que después de una semana de rebajas, tienen que ir al psicólogo por soportar que haya alguien siempre detrás de ellas para desdoblar lo que acaban de colocar en el estante, las que tienen que aguantar que les pregunten por qué no hay tallas para personas normales, y porque las pobres acaban creyéndose divinas y siendo víctimas de la moda que ven a diario en su tienda, que dista mucho de la que se puede ver esta semana en la Pasarela Cibeles.

Eso sí, todo infundadísimo, porque ahora la novia de uno de mis amigos es dependienta de Zara y es un encanto. Es lo que tiene crear mitos.

Wednesday, September 7

perdidos

Lo primero que hice después de comprarme el coche y desaparecer cuando iba de camino a casa de un amigo, fue comprarme un callejero de Madrid.

Hasta que me saqué el carné, acontecimiento que sobrevino cuando ya estaba bastante crecidito, yo era el amigo maleta que todos tenemos. Ése que se sube al coche y al entrar se da un cabezazo contra el retrovisor y lo descojona. El que critica la mierda de música que llevas puesta y tira a la alfombrilla las pelotillas que se saca de la nariz. El que se duerme a los 3 minutos de empezar un viaje de 5 horas y te pregunta si se folla cómodo en el coche. El que se dedica a mirar culos cuando le pides que busque huecos para aparcar y el que no tiene ni idea de cómo has llegado a su casa desde la tuya ni le importa. Todos esos era yo.

Yo subía, viajaba y bajaba. Tras perderme un par de veces por las calles de Madrid empecé a orientarme bastante bien. Hasta que llegó Gallardón. Aún así, he cambiado de actitud y hoy puedo decir que soy un hombre nuevo.

Momento alcohólicos anónimos: ¡Hola Would, te queremos!

Sin embargo, tengo que reconocer que ese sentido de la orientación me abandona en cuanto piso el campo, hasta tal punto que tengo miedo de parpadear y no saber dónde me he levantado.

Este fin de semana estuve con Berlín en un bosque de acebos entre robles belloteros de buen tamaño y vacas llenas de mierda y moscas. En un momento que nos apartamos del camino a ver de cerca un conjunto de acebos de más de cinco metros de alto decidimos, sin quererlo, que nuestro paseo no duraría 3 horas sino 5, por lo menos. Muy bonito todo, incluidos los agujeros de los topos. Muy bonito, pero sudando al sol a las 3 de la tarde como sumos en una sauna y sin agua que llevarse a los labios, apetece lo mismo que te peguen puñetazos en los riñones.

“Soy idiota” se convierte en un mantra que no paras de repetir hasta que te das cuenta de que por lo menos a ti no va a hacer falta que vaya a buscarte un helicóptero de protección civil. En ese momento lo cambias por “Soy un idiota con suerte”.

¿Cómo es posible que salgas a la derecha ¡15 metros! y que después de andar 10 minutos hacia la izquierda no vuelvas al camino? Sólo hay una explicación: en Prádena hay una brecha espacio-temporal y yo la he descubierto.

Friday, September 2

subliminalidad

Odio la gente críptica, a los que no dicen las cosas con claridad.

Odio perder el tiempo dándole vueltas a las cosas más sencillas porque la gente no se expresa con transparencia.

Odio romperme la cabeza tratando de descifrar el significado de palabras que no esconden nada detrás.

Odio los jeroglíficos y odio a la puñetera esfinge.

Y como enseguida me canso de odiar, ¿alguien puede decirme qué significa este mensaje que me han dejado en el coche?

Thursday, September 1

sueños

Llevo puesta mi camiseta sueca de Suecia mientras leo un rato en la terraza antes de acostarme. La lectura me permite evadirme, meterme en la piel de un protagonista, llevar su vida intensa. Por igual ser feliz y desgraciado para no aburrirme.

Y en esas vidas, unas veces quiero ser ese personaje que ve pasar el tiempo en un hotel de carretera cerca de un pueblo mientras espera que un giro del destino le lleve a jugar en las grandes ligas de la vida.

Otras veces quiero ser un niño rubio y trasto, amante de los animales y lleno de ingenio. O ser el jardinero Job que nacido en las marismas ejerce de eterno vigilante para que la mala hierba nunca muera.

Seguro que disfrutaría como un niño en una bañera llena de espuma, criando una familia entera de patitos peinados a lo Marilyn.

O teniendo el don de siempre encontrar una contestación para todo, teniendo las ideas tan claras que adorase polemizar con ellas.

Pienso que quizás me gustase ser una madre de familia, que viviese cerca de una exótica pajarería con aves de colores, y que tuviese un hijo futbolista que soñase con copiar el último regate de Ronaldinho y con la manera de celebrarlo.

Quizá prefiriese ser más joven que ahora y vivir una vida gamberra cerca de la playa con un cachorro al que poderle enseñar a bailar un vals.

Sueño con un día en que salga a la calle vestido de rayas y me encuentre con una cebra a la que contaría cuentos con sabor a mar.

Me gustaría tener la vitalidad de un torbellino, de manera que nada pudiese resistirse a mi paso y consiguiese que todo girase conmigo.

Querría poder hablar mil lenguas y poder visitar San Sebastián y pedir los pintxos en euskera.

Quiero ser quien pueda disfrutar de un buen gintonic viendo la puesta de sol desde un ático en el centro de Madrid, ambientado con el Outside Closer de Hood.

Pero otras veces deseo vivir lejos. Y me gusta Alemania, y me gusta Dinamarca.

Siempre deseo no envejecer nunca.

Y me duermo.

Y sueño.

Y sueño con vivir en Barcelona. Con tener una moto con la que regatearía los coches que circulan por sus ordenadas calles. Con subir a Montjuïc a leer un libro mientras me baña el sol. Sueño con conocer mi cuerpo a la perfección y poder calmar un dolor de cabeza pinchándome con una aguja en un dedo.

Sueño con ser independiente. Sueño con viajar lejos, y cuanto más sueño, más cerca me encuentro.

Ya casi lo tengo, lo toco con los dedos y me hace sonreír.


Y despierto. Ha estado cerca.

Y me vuelvo a dormir y vuelvo a soñar. Y es todo nuevo.

A la única mala hierba que no puede vivir en las alturas y que con los calores del verano lo ha pasado un poco mal.

PD: Gracias Shakti.