Tuesday, December 27

Gafotas

Desde pequeño tengo un ojo vago. Sí, jiji, jaja, pero es una putada que con 8 años casi me reviente un pómulo por disparar con la escopeta de caza de mi tío tratando de apuntar con el ojo “bueno”.

Eso es así y ahora ando combinando 5 dioptrías con no sé qué otra historia en el ojo derecho.

Afortunadamente el izquierdo me funciona con 0,5 dioptrías y salvo ver a Roberto Carlos desde el gallinero del Bernabeu, puedo verlo casi todo.

No sé si la razón de mi ojo vago fue que mis genes ya lo habían escrito así o fue que de enano veía constantemente la tele con el lado derecho de la cara apoyada en el brazo del sofá.

El caso es que yo fui un niño parche acomplejado a pesar de que mis padres nunca me obligaron a llevarlo puesto en el colegio. No siempre he sido un presumido, pero lo pasaba mal a pesar de que mis perras y pataletas eran convenientemente apaciguadas con bromas e historias de piratas.

Era igual. Yo, como cualquier niño, era muy nervioso, y con un ojo con el 100% de la vista, no soportaba ver solo la mitad de mi vida, lo que acababa con el parche pegado a algún culo de vaso o cualquier otro culo.

Durante los primeros años mi padre me obligó a hacer ejercicios de vista en los que tenía que taparme el ojo “bueno” con una mano y leer las etiquetas de las botellas que había sobre la mesa usando el vago. Me animaba contándome las experiencias de hijos de compañeros suyos que habían recuperado casi toda la vista siguiendo con disciplina un programa de ejercicios, y se enfadaba conmigo si no me esforzaba lo suficiente.

A pesar de ser niño y de tener una portentosa cabeza-buque, acepté la presión y los enfados, y no fue por inteligente sino porque a la vuelta de nuestra segunda visita al oculista, mis ojos de niño que busca a su padre a través de la puerta entreabierta del baño para darle un beso y abrazarle las rodillas se lo habían encontrado llorando a escondidas, apoyando la frente en su antebrazo y temblando con una pena que más de 25 años después aún me llega al alma.

Ahí estaba mi padre, el ser más poderoso del planeta, llorando. Culpándose por no haber cuidado bien de su hijo.

[...]

Todo esto lo cuento porque hoy he vuelto al oculista y eso siempre me recuerda esta historia.

Todo esto lo cuento me cuesta muchísimo abrirme a las personas que quiero, tanto que muchas de ellas ni siquiera llegan a imaginar cuánto lo hago o que lo he hecho siquiera, y aunque en todos los casos esto termina doliéndome, sé que también puede dolerles a ellas.

Y aprovecho que es Navidad y que hoy no me apetece reír.

Y pongo el ejemplo de mi padre porque quizá aún no sepa que nadie me podría haber cuidado mejor que él, y que no sabe cuánto le admiro por haber sido mi mejor ejemplo porque nadie se lo ha dicho… y porque no sé si algún día encontraré las fuerzas para decírselo.

22 comments:

Anonymous said...

Dejemos estar el sexo, ¿frotadita de cabeza?

would said...

Hoy sí, pero por mucho que te escondas en el anonimato, la próxima no te me escapas.

Anonymous said...

¿tú y cuantos como tú?

M. said...

Tarea de padre: preocuparse por todo lo que les puede pasar a sus churumbeles.

Tarea de hijo: ir un poquito más allá a ver que pasa....

Tarea de Would: cañas YA para ver doble y asi suplir la falta de visión.

would said...

Me pareció ver una M. provocando por aquí.

Pow said...

Pues a mí tampoco me apetece reír. Mira a ver si encuentras fuerzas por ahí y se lo dices...

Marina said...

Son cosas dificiles de decir, seguro que sabe que le quieres... que le admiras... probablemente pensaría que le estas pidiendo dinero o algo si se lo dices... asi que... si, diselo!

¿sabes que lo tuyo con la nuez moscada es más mosqueante que lo mío, verdad? :) ¿Me contarás algún día porque siempre te acuerdas de eso?

Rutipiti said...

Would, los pelos como escarpias me has puesto por tu post tan potito en estas fechas...
Anda, díselo a tu padre, que te quedarás muy tranquilo!

M. said...

Oye que yo no provoco. Y menos hoy, que no me he depilado

sucubo said...

Nunca les habia dicho a mis padres lo mucho que les quiero y les admiro, pero este año por navidad compre unas tarjetas de felicitación, me sente en el escritorio y deje que mis manos plasmaran en ellas lo que mi boca no era capaz de decir.
Cuando las leyeron tampoco me dijeron nada especial pero sus miradas fueron mas que suficientes.

Esto me recuerda auna frase que escuche en algun sitio y que se me quedo grabada:

A veces no hacemos cosas que queremos hacer, solo por que no queremos que los demas sepan que queremos hacerlas.

Un saludo.

Ashavari said...

Habrá un momento Would... Seguro

Tony Tornado said...

Vaya post! flipao me quedo. Sobre todo porque a mí me pasa igual. No sé si mi padre realmente llegará a conocerme del todo...

M, menos mal que estás tú por aquí, ¿eh?

er palabro es: ppurok: puro rock, señores...

Troy said...

Siempre he sentido especial simpatía por los niños con parche.

Has hecho que me reitere en mis creencias.

(Increíble post)

said...

Creo que la cuestión no estriba en que saques fuerzas para decírselo, sino en que ÉL se merece que se lo digas.
y las fuerzas, si hace falta, las sacas de donde te parezca, pero no le prives de oir eso tan maravilloso que nos has contado.
En serio. Díselo. Sin más. Es el mejor premio para un padre. y ahora, tienes la suerte de que puedes decírselo.

M. said...

Touuuuny, por qué lo dices??????

Lo siento Would, a mi me lo dijeron hasta la saciedad, tengo que resarcirme:

CUATRO OJOS!!!! CAPITÁN DE LOS PIOJOS!!!!!!!!

Hija de la Locura said...

Yo cada dia le digo a mis seres queridos lo que siento. Y me siento fenomenal.
Si no eres capaz de hablar (no eres el unico) aprovecha el dia de reyes para escribirle una carta. Asi cada vez que se sienta mal podra leerla y ver que lo mejor que ha hecho en su vida ha sido criar a este pequeño Would.
Planteatelo, seria una bonita forma de empezar el año (para ambos).
Como yo siempre digo a mis seres queridos lo que siento, ahi va...

TE QUIEROOO MUCHO! (no en plan carnal, ya sabes, que tu señora se mosquea...)
Y TE DESEO QUE EL 2006 SEA UNO DE LOS MEJORES AÑOS DE TU VIDA!!

nanyu fonseca said...

ayyy, que entrañable el post. yo estoy descubriendo en mi padre estos ultimos meses (desde que no vivo con el) una persona que antes no conocia y que cada dia me hace quererle y admirarle aun mas. ademas, ayer fue al medico porque dijo que veia un punto amarillo y ahora le haran mas pruebas por si acaso. aunque tiene su gracia, espero que no sea nada y se le pase pronto para que conozca a los nanyucitos y sin punto amarillo en sus cabezas!

larga vida a los padres!

Anonymous said...

Imprímele este post y dáselo. Con eso bastará.

would said...

Gracias a todos, por los consejos y los ánimos.

Seguramente, como dice Nanyu, la distancia ayuda. Muchas veces resulta más difícil decir las cosas a quien más cerca se tiene.

dwalks said...

ya estás con la historia del niño tuerto...

te ha quedado bien, siento haberlo visto tan tarde

nanyu fonseca said...

bueno, ese comentario de dwalks y el niño tuerto le ha dado un giro interesante a tu post. jejejeje.
nada, a cascarla por ahi y nos vemos a la vuelta de la esquina el año que viene.

Anonymous said...

yo una vez le mandé a mi padre una carta diciéndole lo mucho que le quería y tal. la carta era porque a) estaba yo viviendo en buenos aires y no le tenia a mano y b) porque me había bebido una botella de whisky y había llegado a casa con el ánimo tembloroso. La fue paseando por todas partes, creo que la sacaba, la leía y lloraba, menos mal que no estaba yo allí para verlo. En cualquier caso aprovecha porque la sensación de no haberlo dicho cuando ya es demasiado tarde es espantosa, te lo digo por experiencia. Buen post, btw.