Llegué a Alexanderplatz con la sonrisa de alguien que tres minutos antes ha sido padre y acelerado como alguien que tres minutos después va a tener un hijo. Todo por el tercio de café que me acababa de beber y por el frío que hacía, que me vuelve hiperactivo.
La plaza está en la zona central del Berlín oriental y a día de hoy es como un solar porque durante la segunda guerra mundial las bombas arrasaron con todo. Al parecer, antes había bullido con frenesí, pero ahora ha quedado en un terrenito la mar de tentador para levantar rascacielos que es lo que parece que van a hacer. En los alrededores hay que ver el Reloj del Mundo, la antena de televisión, y el ayuntamiento rojo, que es rojo no por comunista, que lo fue, sino por el color del ladrillo.
Volví a sacar la guía para recordar el itinerario, pero esta vez sin quitarme los guantes para no helarme las manos. Pensé que ya que había llegado hasta allí caminando, ir a Checkpoint Charlie tampoco significaría un temeridad y me puse en marcha.
Una vez allí, estuve viendo la réplica del puesto fronterizo entre el sector estadounidense y el ruso. Es curioso y hay que verlo, pero si puedes entrar en la casa-museo para verla, mejor. Yo solo pasé para calentarme los pies, las orejas y las manos.
Desde Checkpoint Charlie seguí, cual Dorothy hacia Oz, el camino de ladrillos en el suelo que recuerdan que por allí pasaba el muro. Buscaba Potsdamerplatz y el Sony Center, pero de camino me encontré con un trozo de muro construido junto a la exposición al aire libre La Topografía del Terror, que se encuentra en los sótanos de donde estuvo el cuartel general de la Gestapo y junto al hueco que ha dejado la casa de Himmler. Después de ver fotos y cemento, creo que, efectivamente, lo que hay allí es terror, terror del que aún hoy hace salir corriendo.
En la Potsdamerplatz está el nuevo corazón de Berlín. Hay grandes edificios de negocios, y un centro comercial, el Sony Center, realmente espectacular. Dando un paseo por su interior acabé en la tienda del museo de cine, donde compré un poster de Metropolis, la película de Fritz Lang, y otro de Vértigo, con la idea colgarlos de una pared cuando tenga casa. (Risas y aplausos, por favor).
El día anterior me había dejado por ver el monumento dedicado a la Unión Soviética por los 300.000 soldados que murieron durante la guerra. La escultura del soldado me pareció muy soviética y muy del estilo de los carteles de propaganda comunista. Me gustó.
Sin embargo antes de eso, de camino y a menos de 100 metros de la puerta de Brandeburgo, encontré el Monumento a los judíos asesinados de Europa, que es un terreno ondulado con monolitos grises de diferentes alturas hasta dos metros.
Es visitable y de nuevo, igual que en La Topografía del Terror, me hizo sentir. Me impresionó, y aunque parezca ñoño, encontré sentido a ver un carrito de niño paseando entre tanto bloque de cemento que recuerda la muerte.
Para terminar, fui volando hacia el hotel, recogí la maleta, subí a un taxi en el que me vi obligado a practicar mi alemán y, también volando, llegué a Madrid, a la T4. Como, aunque me devolvieron la maleta llena de mierda, no la extraviaron, creo que puedo decir orgulloso: “Yo sobreviví a la inauguración de la T4”.
Estoy seguro que dentro de unos años habrá convenciones donde todos los que lo logramos nos reuniremos para celebrarlo. Hasta entonces seguiré jugando.
10 comments:
Ya lo sé, hay dos posts iguales. ¿Y qué le voy a hacer yo si el Blogger se ha vuelto loco?
Je. Wardoooooooooog, miraaaaaaaaaaa. Otro ordenador que va solito... ¡es una epidemia!
Oye, entonces ¿yo puedo decir que es blogger el que me ha borrado el comentario en el otro post y no cierta cazurra que conocemos la que debe haber escrito la guarrada en un excel?
O todos moros, o a todos los ordenadores los posee un espíritu.
Arreglado lo de la duplicidad de posts. Lo de la duplicidad de tu personalidad me va a llevar más tiempo Eride, pero tú confía.
Pues te has quedado sin ver el vídeo...
Hala, voy a dejar la cámara en casa, que hoy la sacaba expresamente para ti...
yo quiero una camiseta como la de Tony... consiguenoslas por internet... nosotros nos haremos los tontos...
Si es que os poneis nerviosos con el ratón y no controlais!! haced yoga de dedos, que va muy bien... (lo patento?)
jode, la foto de los bloques impresiona. parec que es un tablero de ajedrez en 3D.
zezza
Esa manía que tenéis los madrileños de volar con Iberia nos acabará dando un disgusto de verdad a todos... al tiempo... y tú no te confíes a ver si te pasa como a dwalks con el espán y haces el ridi...
Hay que ver, Tony, qué rencoroso te me has vuelto en Italia.
Marina, la respiración digital no la termino de controlar, pero con el dedo índice y anular hago la posición del loto de maravilla.
Nanyu, la verdad es que el monumento impresiona bastante en sí. Yo no me lo perdería si fuese a Berlín.
Shakti, ¿eso es una maldición o un mal de ojo? Como me pase algo con Iberia, te enteras.
Y por cada vez que no te pase, me regalarás algo...?
Post a Comment