Sunday, March 12

Partido suspendido

Rarrro, rarrro. Esta semana tan especial en la que ha aparecido una familia entera de simpáticos turcos que caminan a cuatro patas, doblados como si de pequeños a su madre se le hubiese caído la aguja de coser al suelo y aún anduvieran buscándola, ha tenido también otros acontecimientos singulares. A saber:

1) Partido suspendido. El martes yo debí jugar un partido de fútbol en un campo que está en la noble Villa de Vallecas, junto al bastante menos noble barrio de las Barranquillas. Para los que no sean de aquí, de Madrí, les contaré que el barrio de las Barranquillas es una cosa muy triste que hay en la que gente como el Clan de los Gordos, supongo que famosos por su esbeltas líneas o porque en Navidad siempre les toca la lotería, se dedica a vender droga las 24 horas del día a gente enganchada también las 24 horas. Y digo debí jugar y no jugué, porque el partido tuvo que ser suspendido porque a alguien se le había ocurrido la brillante idea de ¡¡robar los cables y el cuadro eléctrico del polideportivo!!, que me imagino yo que será para poner un chabolo-conmutador para el árbol de Navidad o intentar coger la señal del Canal Satélite y ver los partidos del Madrid y las pelis de taquilla sin pagar. Habrase visto...

2) Fichaje extracomunitario. El jueves me llama mi amigo Javi el arquitecto para pedirme que vaya a echarle una mano con su equipo de fútbol del Colegio de Abogados. Hasta aquí todo bien, ¿no? Bueeeeno...

La semana anterior ya había ido a jugar, y al no cononcer a nadie me dediqué a saludar con educación agustina a todo el que me encontraba en el vestuario pensando que eran del equipo. Fue un rollo un poco "Hola me llamo Would, ¿quieres jugar conmigo a la pelota?", y la segunda mano que estreché fue la del organizador del campeonato: "¿Qué tal, tú también juegas con nosotros?", le dije. "No, no, yo..." No acabé de escucharle porque antes de que terminase ya me estaban arrastrando del brazo fuera del vestuario y con la mano aún tendida mientras me decían "¡Vamos, vamos, campeón!"

Este jueves llego al campo el partido empezado, me cambio, corro un poquito para calentar, salgo, meto dos goles y termina la primera parte. Me reúno con mis nuevos amigos a respirar y se me acerca el árbitro. "¿Tú cómo te llamas?", me pregunta. "Ehmmmm", contesto. "¿Cómo 'ice?" añado volvíendome para ver 6 caras de besugo en cuerpecillos de abogados y digo "Antonio". "¿Cómo?" "Antonio". "¡No, no, no. Se llama Would!", dice mi amigo al rescate. "¿Y de apellido?", vuelve a preguntarme el árbitro. "Nu sé, que te lo diga él, que a mí me da la risa".

3) A la calle. Tengo 30 años y llevo muchos jugando al fútbol. En todos los partidos que he jugado en mi vida habré visto 5 tarjetas y ninguna roja, hasta el sábado.

¿Y por qué me han expulsado? Pues porque después de que el árbitro se hubiese comido 2 penaltis con guarnición a nuestro favor, tengo el balón dentro del área, encarando al portero, y llega un tío por detrás, me sacude una hostia y me tira al suelo. El árbitro me hace aspavientos para que me levante y dice "¡Siga!" ¿Siga? "¡Árbitro, TÚ ERES MUY MALO!" le grito en mi versión más Van Gaal. Piiiiii. "Siete, 5 minutos a la calle". "¿Ves, ves como eres MÚ MALO?" "Piipiipiiiii. Siete, a las duchas". "Pero qué malo eres..."

Y eso es todo, dinguilinguilingo, que por lo que veo vivo para currar y para el fútbol. Y cuánto me gusta el fútbol, oye. ¿Y el curro? Sí, sí, y el curro. ¡Buenas tardes!

12 comments:

M. said...

ainsss, que tonticos os poneis todos con el "fúmbol".

Si lo único que consigue es cabrearos, lesionaros y que saqueis "lo mejorcito" de cada uno.

Iván Payá said...

Ayyyyy, el júrgoooool...

M, mejor sacarlo en un campo con 22 cabestros que en casa con los parientes, no??

Por mi parte, tampoco entiendo ese afán atávico de correr en calzoncillos detrás de una pelota. Yo es que soy más de follar.

Un beso!!

Troy said...

Y derrepente a mi imagen mental de Would se le añadió la cara del portero de "Aquí no hay quien viva"

(Herencia de "Días de Fútbol" probablemente)

Pow said...

Entiendo lo que cuentas. Jugué a waterpolo muchos años. Me echaban poco, pero cuando me echaban era al vestuario directamente.
Es difícil no calentarse en esas situaciones. No te lo tengas en cuenta, eres tan humano como todos ;-)

Iván Payá said...

A mí una vez follando me pitaron expulsión de 7 minutos.

Siento volver con el temita, pero es que me parece más interesante que el fútbol...

Abrazos!!

said...

Voy a leerle este post a Älex. Ahora vuelvo

would said...

¡SIEMPRE NEGATIVO, NUNCA POSITIVO! No pienso dejarlo por muy pesados que os pongáis. Soy mucho más melón que vosotros y de hecho pienso borrar cualquier comentario que no diga que con Bernabeu esto no pasaba, o que nada os gusta más que un corner sacado con rosca.

Y tú, Iván, ¡TÚ EGGES MUY MALO! ¡SÍ! ¡SÍ! ¡Muy bien! ¡Dinguilinguilingo! ¡Buenas tardes!

nanyu fonseca said...

tu lo que estas es tronado (lee bien, que no he puesto tornado)

Iván Payá said...

Con Santo Tomás de Aquino esto no pasaba.

(Es que yo soy más de filosofía -en concreto, de los escolásticos- que de fútbol)

Y sí, soy muy malo, siempre negatifo. ;-P

dwalks said...

sí, últimamente andas un poco borde, hoy estabas en la oficina que no te aguantabas ni tú.

¿y tú desde cuando metes goles? pero si te hicieron ficha para que no te deprimieras por lo de la pata de palo que te pusieron

would said...

Dwalks, no.

Tony Tornado said...

Ya me gustaría que estuviera conmigo, Nanyu, ya me gustaría...