Thursday, June 28

Y vodka

Me acabo de sentar delante del ordenador más por inercia que porque quiera hacer algo concreto con él. Estoy roto de sueño y los ojos me están escociendo, más por el cansancio que porque me pase todo el día delante de una pantalla, pero encender el ordenador y abrir el eMule cuando llego a casa se ha convertido en una rutina casi inconsciente, como respirar o rascarme cuando me pica.

Una vez sentado y para no perder el tiempo, os cuento que el sábado, después de andar de compras con Dwalks por Fuencarral, acabé en la tienda donde compré “nuestro” traje gastándome en 5 minutos los 200 eurillos extras que había ganado esa mañana en 4 horas. En esta tienda me tienen cogida la medida: cada vez que voy consiguen que me lleve algo. Ya hasta me hacen descuento por ser cliente habitual. Me sentí tan señora de Beckham, tan reina de Inglaterra, que no quito ojo del calendario esperando volver.

Mi última adquisición ha sido una bolsa de viaje mezcla “bolsa de Bjorn Bjorg para las raquetas” vs. “bolsa de Homer Simpson para ir a la bolera”. Espectacular.

Por la noche celebramos el cumpleaños de Shelliot, la increíble y bellísima mujer de Elliot que nos preparó una fiesta que solo habría sido mejor si nos hubiera llevado de gogó al tipo de la chaqueta que baila en El Sol.

En cuanto al trabajo, sigo adaptándome. Y no es fácil, no os vayáis a creer. En esta/mi-nueva empresa la selección de los empleados se hace valorando tanto capacidades como follabilidad. Creo que ya comenté en un post anterior lo importante que es la follabilidad para conseguir cosas en la vida. Reduciendo este planteamiento a su esencia, afirmo que la Humanidad se divide en gente follable y fracasados.

Es un hecho que los minutos tienen 60 segundos; es un hecho que los altos ganan más dinero que los bajos; y no os engañeis: vuestro grado de éxito depende directamente del número de polvos que os echaría vuestro jefe/a.

Dejando este tema a un lado, es increíble lo buena que está la gente en esta empresa.

Por no seguir hablando de trabajo os cuento que mañana voy a cenar, Dios mediante, con Elza, Kurt, y Dwalks a un restaurante en el que habrán de tratarnos como las personalidades que somos si no quieren que les azucemos a Kurt, quien después de haber experimentado las excelencias del servicio escandinavo no tiene actitud de pasar ni media a los ensoberbecidos atendedores de mesas que sufrimos en España.

Y beberemos vodka.

7 comments:

Iván Payá said...

A Dios agradezco el haber tenido la oportunidad de ver bailar al mítico hombre de la chaquetilla, pero no fue en El Sol, sino en el ochoymedioymellevodos. Impresionante. Inenarrable. Inquelfriltable.

Siento tener que decirte esto, pero revisa tu ortografía, por favor.

Tony Tornado said...

Ya verás como el sitio no es para tanto y, además, el vodka no está tan rico ni combinará con todo lo que te pidas....

Hoy tengo el día (más) jodón (de lo normal).

nanyu fonseca said...

touny, cuando estas bebido no hay quien se te acerque...

Anonymous said...

Completamente de acuerdo en la follabilidad. Muy cachondo el sinónimo de camarero, sí. Con tu permiso lo usaré alguna vez, que seguro me va a hacer falta.
Saludos

Troy said...

Nanyu: Rectifica, cuando Tony está bebido ya se acerca él a todos...

Hans said...

Ensoberbecido: gran adjetivo que me gusta mucho y que me parece paradigmáticamente aplicable a la hostelería patria. Ya dirás el nombre del garito, BTW.

Troy said...

Así que era eso... te dedicas a la manufacturación de camisetas personalizadas, malandrín...