Esta semana continúo tratando de hacer amigos en mi nueva empresa que cada vez es menos nueva. Pasados los nervios de la primera semana mi impuntualidad está empezando a amenazar con retomar el protagonismo de mis mañanas. Sin embargo, el escarmiento que hoy he sufrido en carne ajena al ver cómo uno que llegaba tarde le ha tenido que pagar el desayuno a los demás hará que al menos los próximos días haga un poquito menos de pereza.
También ha habido otros cambios, como que me he ido temporalmente a vivir con Berlín, que es distinto a irme a vivir temporalmente con Berlín. Aún así sé que esto suena muy bien y muy maduro, por eso lo voy a dejar ahí y no voy a dar más explicaciones. No pienso hablar de los 15 minutos que tardo en llegar andando al trabajo, ni del aire acondicionado, ni de la oferta ocio-consumista de la zona en la que vive, ni de que mi madre se ha ido y ya se me ha vaciado la nevera, … De nada.
Respecto a lo del consumismo, ahora que he trasladado mi sede labo laboral de la zona preferida por el moderneo a la zona más exquisita de Madrid, me maravilla cómo ha podido escapárseme la habilidad que tienen para convivir en menos de 2 kilómetros dos culturas tan marcadas y tan distintas.
De un lado el Mercado de Fuencarral, del otro el ABC de Serrano. En una esquina del cuadrilátero Fenchurch, Duffer, Carhartt, Zoo York o Franklin & Marshall. En la otra Burberry, Hackett, Louis Vuitton o Gaultier. En una acera, conversaciones sobre sexo, drogas y policía; en la de enfrente partidas de bridge, perlas salvajes y hora del té.
Dura prueba para alguien como yo, que por norma general tiendo a ser un John Doe, un Juan Nadie, y adoptar las costumbres que observo para no chirriar con mi entorno. Puedo acabar con una esquizofrenia peliaguda.
Por lo demás poca cosa. En ocio puro, el concierto del jueves de TV On The Radio estuvo bien, sin más. El del Perro del Mar… mejor os compráis el disco que la entrada del concierto. No tengo tiempo para hacer una crónica detallada de las que me gustan. Ya empiezo a tomar copas con los compañeros del trabajo. En casa de Berlín no hay Internet y no puedo leer ni blogs, ni mis correos personales. Muy mal.
Este fin de semana tenía dos planes. Uno muy zen que consistía en ir Elliot y yo solos a su casa de Altea a pescar al curricán, bucear y tomar cervezas viendo atardecer desde el mirador que tiene por casa. El otro, un plan de barbacoa en grupo en otra casa de la playa.
Al final me apunto a este último, y ahora que lo escribo me doy cuenta de que sigo sin saber por qué.
Buen fin de semana a todos.
11 comments:
Hans, el restaurante es el Olsen, y deberías hacer patria en el asunto frutas escarchadas. ¡Qué vergüenza!
Así me gusta... que rompas tú el hielo
Pues si no lo sabes tu?
Quien lo va a saber?
¿Qué te pareció el Olsen?¿a que no es para tanto?
Vaya, menos mal que te acuerdas actualizar de vez en cuando, ya desesperaba. Bienvenido al barrio. Por cierto, ayer inaguraron otro local más en la oferta ocio-cultural de la que hablas. Una bocadillería gourmet en la calle Espíritu Santo, en la misma manzana del Ficciones. Y bienvenido de nuevo a tu blog. No lo abandones tanto, joer.
El cantante de Tv On The Radio tenía tetas. Más que yo.
¿"Malasarna"? Pfff... Eso está tan passé... Ahora lo más es Vallecas. Y al que no le guste que se vaya (no sé de dónde, pero que se vaya).
me puede tu palabrerio y tu labia... no decian tanto monta monta tanto????
te todos modos, animo tio, que si eso piensa en las tetas de ivancico y ya veras como te entra la risa.
Would, my friend, sabes que puedes convertirte en 'Mi amigo, ése al que le gustan las frutas de Aragón'? Ningún problema, anyway: tendrás TODAS las que quieras. Abrazos. Y lo del Olsen lo anoto cuidadosamente.
P.S.: Hago patria con mucho producto de aquí, pero precisamente con las FdA... No puedo, de veras.
P.S.: Con lo que me gusta Berlín a mí, que seas tan utilitarista me enfada un poco, la verdad...
Zopenca al habla: Me explicaras la diferencia entre "me he ido temporalmente a vivir con Berlín" y "irme a vivir temporalmente con Berlín", verdad?? Que llevo media hora dandole vueltas y no lo pillo...
Otra como Marina... A ver si acierto:
- "me he ido temporalmente a vivir con Berlín"
Vamos, que cuando su madre vuelva de la casa del pueblo, vuelve al nido paternal, que como la madre, no cocina ni plancha ni seca la ropa nadie (ni tu horno).
- "irme a vivir temporalmente con Berlín"
Que se muda allí hasta que uno de los 2 tire al otro por la ventana.
Hans, Tony, el Olsen es un sitio en el que comes muy bien un tipo de comida que no encuentras en ningún otro restaurante de Madrid, en el que el servicio es de un nivel medio-medio, la ambientación medio-alta, y el rejón altísimo. Yo probablemente repita alguna vez, pero no es mi favorito, desde luego.
Gracias por la acogida, Borja. Ya nos veremos por allí, no sabremos quienes somos y no nos saludaremos, como está mandado.
Marina, te había explicado en 3 párrafos larguísimos qué quería decir con cada frase, pero me he vuelto a leer la explicación de M. y es un buen resumen, aunque yo aplicaría los significados al revés. Pero no me hagas mucho caso, que es casi la 01:30 y estoy muerto de sueño.
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