Sunday, December 3

Tú la llevas

Camiseta concierto

Ayer me levanté con un pequeño dolor de cabeza consecuencia de los primeros brindis navideños con champagne. Lamentablemente, en lugar de ir a mejor, el dolor de cabeza se fue haciendo más fuerte y a eso de las 16:00 me quería morir, así que decidí echarme una siesta de la que no me levanté hasta las 19:30.

Aún con sueño y una elevada presión intracraneal, salí a la aventura de la M-30 camino de La Riviera. A pesar de la lluvia no tuve mala suerte, ya que apenas tardé 45 minutos en lo que hasta hace unos años (¿cuántos llevamos de obras?) me llevaba 15. También tuve la fortuna de poder aparcar a 10 minutos andando de mi destino, algo que sin dudar, me condujo a pensar que estaba en racha.

Como llegué a la hora a la que habíamos quedado, me metí en el Burger King que hay enfrente de la sala para hacer tiempo. Aguanté con mi menú Whopper al lado de un niño de unos 10 años cuya mayor ilusión en la vida era hacer ruiditos con una bolsa aerofágica y pedorrera que no lograba sino mermar mi paciencia. Afortunadamente para ambos, mis amigos llegaron con las entradas un minuto antes de que le tuviese contra la pared sujeto por el cuello.

La Riviera, por si alguien no la conoce, es esa sala de fiestas en la que dan conciertos. Que nadie se piense que es una sala de conciertos porque no lo es, por mucho que los dueños se empeñen en tratar de demostrar lo contrario.

Únicamente conozco dos sitios con peor acústica que La Riviera: los baños de mi oficina y... Vaya, no, solo conozco uno. Lo bueno que tiene es que con la mala acústica de esta sala me pasa igual que cuando entro en un sitio que apesta: que a los dos minutos ya no lo noto.

La primera impresión que me llevé al entrar en el concierto prácticamente a la mitad, fue como si alguien estuviese tratando de hacer música con una sierra mecánica, una idea reforzada por la imagen del guitarrista que, de espaldas al público, se retorcía como si fuese un gusano.

Una vez que el oído se me hizo a las distorsiones y resonancias tuve el placer de escuchar tres buenas canciones de esta banda que tiene más de 12 discos a sus espaldas. Temas que después eran alargados hasta el infinito con un guitarreo en el que la fuga de notas era predominante. Daba igual, la gente estaba entregadísima, era uno de los públicos más fans que he visto. Un fanatismo que iba parejo a la falta de sentido musical y de respeto.

Este grupo que en un ejercicio de sinceridad había llamado "Murdering the Classics" a un infumable disco de versiones, en directo alternaba temas muy guitarreros con otros más lentos. En uno de estos últimos interpretado por la suave voz de la batería-cantante, un fans se rompía sus manos dando palmas marcando el ritmo de su mundo interior hasta que le llamaron la atención; y en otro tema de los lentos que tenía un fragmento silbado, la gente se puso a silbar al que silbaba.

El final de fiesta, a pesar de un rock que nos puso a todos a baliar, fue caótico, con una mezcla de estilos antagónicos que me lleva a pensar cuánto mal han hecho las drogas en los cerebros de los jóvenes de los 70.

Ah, sí, el grupo se llama Yo la Tengo y les compré una camiseta. La gafapasta es lo que tiene, a veces.

10 comments:

Wendyqueridaluzdemivida said...

Ningún periódico se ha atrevido a hacer una crítica... ¡Pufffff! Siete generoso, decía el otro...

No a los momentos "mira como toco la guitarra mientras tu me sufres en plena euforia de coca".

No me dejes ir nunca más a La Riviera, por diosito santo.

Vamos al concierto de despedida de Sexy Sadie ¿no?

Wendyqueridaluzdemivida said...

El de la coca era el cantante, que Would sólo es adicto al fútbol.

Anonymous said...

Tienes que ir cambiando el nombre del blog,a gritos musicales o algo así ya... eh?

La camiseta esta muy bien, yo también habría picado, pero me explicas el fondo que le has puesto??

would said...

Wendy, tú y yo sabemos que en cuanto haya algún nombre que nos llame la atención volveremos a la Riviera. No te castigues por eso y sufrirás menos.

Marina, el fondo es la portada del último disco de Yo la Tengo ("I Am Not Afraid of You and I Will Beat Your Ass").

Wendyqueridaluzdemivida said...

Pues con esa actitud, seguro...

Bueno qué ¿Sexy Sadie o no? ¿Me pego por las entradas o no?

dwalks said...

cosas que no entiendo:

- por qué escribes champagne
- por qué no dices nada de nuestro posterior encuentro, que es lo que a mi me gusta leer
-de dónde has sacado es fondo tan noventas de la foto.

por lo demás, ese dolor de cabeza te servirá de lección para no ir a sitios con señoras muy maquilladas y con colores en su pelo no disponibles en la naturaleza.

la camiseta está chula

Anonymous said...

ese ingenioso titulo de post es en respuesta al nombre de la banda de la que haces la critica, no?

eres bueno...

Tony Tornado said...

El baño de tu oficina y LA SALA HEINEKEN, querido.

Se te ha olvidado la Sala jeinequen...

BTW, SEXY SADIE????
¿A cuál te apuntarías? ¿el acústico en Low o el de despedida?

Yo les tengo muchas ganas que hace tiempo ya...

Mola la camiseta. Cada vez tiras menos a cachas musculoca y más a modernodemierda gafapastoso...

would said...

Pues si voy a Sexy Sadie será a la despedida, que yo soy muy emotivo y tengo ganas de llorar mucho.

Dwalks, digo champagne porque suena más caro; no menciono nuestro posterior encuentro porque todavía hay quien puede leer esto y no sentarle bien; y lo del fondo lo podrías haber averiguado si hubieses leído los comentarios anteriores, que no son tantos.

Y sí, cada vez estoy menos musculoca. Voy a la deriva, hacia el gafapastismo más cerril, encarnado por el entrañable personaje habitual de este blog, el señor Dwalks.

Anonymous said...

Oiga oiga!!!! a lo de Sexy Sadie me apunto!!!!

Donde hay que firmar/pegarse/hacer cola para conseguir entradas?