Wednesday, December 13

Rehabilitación

Hoy he comido la ministra, con una de ellas. Digo esto lo primero para que no pase desapercibido lo importantísimo que soy para el orden mundial y os de tiempo de enviarme estupendísimas cestas de Navidad como agradecimiento. Había otras ciento veinte personas, pero yo era, con diferencia, el más joven y guapo de todos.

Una vez aclarado, y después de una semana entera de vacaciones que me ha sentado fenomenal, ayer empecé la rehabilitación de la rodilla y de mi dedo gordo. Estuve una hora y tres cuartos entre microondas, láseres, hielos y otra maquinaria de tortura. Estoy muy decepcionado porque de los 6 ejercicios que tengo que hacer, en ninguno me tocan, y a mí me gusta mucho que me toquen. Tampoco me gusta que las fisios sean las mismas que las del año pasado. Sin embargo, sí me gusta que las fisios del año pasado sigan estando igual de buenas, me gusta que me hayan recordado y que me sonrían mucho, y también me gusta la ilusión que me ha provocado descubrir que las microondas no solo sirven para calentar la leche.

En el fondo soy feliz en rehabilitación porque es una verdad como el ego del juez Garzón que a los hombres nos gustan las mujeres de uniforme, y es igualmente cierto que dentro de las mujeres uniformadas, las enfermeras nos atraen especialmente. Y esto no solo lo digo yo, sino tambíen montones de películas que la mayoría negaréis haber visto jamás.

Después de la emocionante rehabilitación jugué dos partidos de fútbol. Para poder hacerlo tuve que soportar los reproches de Berlín, esquivar a mi padre y decir media verdad a mi madre, que la quiero mucho pero me aburre un poco cuando me regaña.

Hablando de mi madre, me río mucho con ella. Recuerdo que hace un par de semanas en una charla que tuvimos acabé diciéndole, dentro de una conversación bien humorada, que estaba como una cabra. Se tiró dos días topándome con la cabeza y partiéndose de risa.

Hoy he vuelto a jugar otro partido. En mi casa se han cansado de llamarme imbécil y me preguntan si ya me ha fichado el Madrid, que viene a ser lo mismo pero en sarcástico. Y yo es que no lo puedo evitar, necesito correr, dar patadas y practicar deporte, que esta mañana al salir de la ducha me he visto la barriga y me ha salido una cana.

Además entramos ya en el período de las cenas navideñas de las que acabaré haciendo un post aparte. Voy por la segunda, el jueves tengo la tercera; el viernes comida y cena; y el sábado comida. Como la semana que viene se plantea incluso peor, he decidido tirar del Sun Tzu del obeso y me he puesto como objetivo comer la mitad de los platos que me pongan, beber en la mitad de las rondas que se sirvan, y no repetir postre. Un objetivo tan absurdo como llevarse los apuntes de la carrera en las vacaciones de Semana Santa, pero que a mí me hace ilusión.

Ah, ah, ah, una cosa más: Infiltrados me pareció un coñazo y Scorsese me atufa desde hace ya unos años.

12 comments:

Wendyqueridaluzdemivida said...

He llegado a la parte de las mujeres de uniforme y tengo una pregunta: "¿Te gustan las mujeres de uniforme que hacen colonoscopias? ¿Y el uniforme de "trabajamos en tres turnos"?

En fin... voy a seguir leyendo...

Anonymous said...

wendy, eres enfermera? eso cambio radicalmente las cosas...

would, eres un brutote. pero gracias por darme una excusa para no ver Infiltrados, que la presion era ya muy grande. ahora podre decir: pero would dice que es un peñazo!

Wendyqueridaluzdemivida said...

No, Nanyu... en los hospitales siempre estoy en el bando de los indios... era una pregunta inocente.

Tony Tornado said...

"Había otras ciento veinte personas, pero yo era, con diferencia, el más joven y guapo de todos."

Doy fe, como maricafans tuyo número dos (el primero creo que es Ann)...

Infiltrados es una F-U-L-L! Di que sí.

would said...

Tirita, ¿me meto yo con tus sueños? ¿Acaso te digo yo que los guardias jurados de los aparcamientos de los supermercados son micropenianos?

Nanyu, tú di que sí, pásame a mí la presión, para que cuando tus amigos vean las cinco estrellas que le dan todos los críticos de cine, puedan decir a gusto que no tengo ni puñetera idea.

Tony, con lo que me ahorras en psicólogo te podría poner un piso en la Gran Vía. ¡Oiga, oiga, ponga un Tony en su vida!

Anonymous said...

has comido con la ministra o te has comido una ministra? Y a qué sabe una ministra?ñam ñam

Anonymous said...

Pero tiene "jo, que noche" para que le perdonemos siempre...

A mí este año parece no me invitan a comidas de esas... guardame lo que te va sobrando en un taper... y yo lo caliento luego en el micro ese de tu dedo gordo, vale?

Troy said...

Comiste ministra??? Que endivia!!!
Yo me he tenido que conformar con un Conseller en Cap... (pero claro que más joven y más guapo)

Anonymous said...

...con viento del este hiciste una cama
soplaste sobre ella para templarla
y con el murmullo de tu voz de agua
me cantabas nanas sin letra

y dormíamos tan juntos
que amanecíamos siameses
y medíamos el tiempo en latidos ...

(solo por recordarte lo que te perdiste)

Troy said...

Estoy tremendamente interesado en saber que opina Berlín sobre M en este momento...

would said...

Afortunadamente creo que Berlín olvidó esta dirección de Internet en el ordenador de su antiguo trabajo, o eso dice.

De todas maneras, M. especifica que me lo perdí, así que no tengo nada que ver...

Y gracias por el comentario, Troy, y por las risas que me ha provocado.

Anonymous said...

Troy, mira que eres malpensado.

Would: aprende a leer...(solo por recordarte lo que te perdiste)

M. De verdad, que tino escogiendo canción.