Thursday, August 31

De camino a Altea

De estas dos semanas que he estado fuera de Madrid me quedo con que cuando mi padre se pone padre me emociona; que Villalba me emociona porque allí pergeñé todas mis travesuras de la infancia; y que la paternidad no me emociona en absoluto.

Empecé las vacaciones yendo a ver a mis padres a Villalba y a comunicarles mi intención de irme a vivir solo antes de que acabe el año. Todo nada más que para darles el disgusto porque al final será que no, pero bueno, me dio por ahí.

Hacía mucho que no hablaba tranquilamente de la vida con mi padre y cada vez que lo hago caigo en la cuenta de que es algo que debería hacer más a menudo. Pero hablar y conocer más a mi padre es conocerme más a mí mismo, y esto acojona un poco.

La noche que les llamé para decirles que iría a cenar con ellos, mi padre escribió una nota en un papel nada más colgar el teléfono. Esto no es sorprendente porque él es muy de notas. Al día siguiente, después de decirle que planeaba irme de casa, decidió enseñarme la nota escrita sobre la hoja del almanaque correspondiente al día anterior. Ya lo sabía.

El domingo cogí el coche para partir camino de Altea. Desde el accidente, viajar en mi Córdoba es como ir de compras al supermercado porque se conduce igual que los carritos, con permanente querencia hacia un lado, concretamente hacia el derecho. Fue uno de los viajes más coñazo que he tenido el placer de sufrir, a pesar de que yo era mi propio DJ (musicassette enchufado al iPod), y de que llevaba un plátano en la guantera.

Cuando finalmente llegué a casa de Kurt, Dwalks estaba en la entrada esperándome para darme un abrazo y ayudarme a subir las cosas. Lo del abrazo era por la propina, pero le calé enseguida y le di una manzana que había en el frutero.

Conocí a Nate, el novio de Kurt. Para saber más de él, hay que leer a Kurt. Para conocer más a Kurt hay que leer a Kurt. Para pasarlo de puta madre con ellos no hace falta leer nada, pero para no engordar a su lado sí, mucha fuerza de voluntad de la que lamentablemente carezco.

Lo de la paternidad lo dejo para otro momento, que he visto que esto de mantener la intriga lo hacen en el Tomate y la gente se traga la publicidad enterita.

Como entremés os dejo una foto-secuencia que millones de mujeres pagarían por poder tomar: Dwalks camino de la cama.

Dwalks

No preguntéis si ha habido censura que ya os digo yo que sí.

9 comments:

dwalks said...

sólo decir que:

en la primera fila no me estoy subiendo los pantys, estoy mirando por una barandilla a la planta de abajo

y

¿por qué en la primera foto de la segunda fila parezco un alien?

nanyu fonseca said...

platano es sinonimo de pistola en al jerga villalbesa?

tu padre es un poco como patricia arquette en medium. eso si que acojona un poco.

bienvenido.

Anonymous said...

A mí me ha gustado la primera foto de la tercera fila, en plan pavita sensualosa acercándose a la cama...

mmm...

Would, los padres nos conocen bastante mejor de lo que creemos y suelen pisparse de todo (o casi)

Wendyqueridaluzdemivida said...

Que bonito... habeis compartido cama y todo...
Ain!! no quiero pensar qué hicisteis con la manzana y el plátano...

said...

A mi me intriga por este orden:
el plátano
tu guantera
la paternidad
y la nota de tu padre.

Tony Tornado said...

Si tu padre tiene los ojos de la jennifer Love Hewitt me pido el pack completo(papi y wouldy). Muy fuerte lo de los padres.

Dwalks, estás cada vez más delgao, cabrón, fijo que comes como una lima además...

J said...

no hace falta que paguemos, tú nos das la exclusiva!!

Esas declaraciones NO paternales pero YA!!

would said...

Dwalks, no digas que no eran los pantys porque ERAN los pantys.

Ay, Nanyu, ¡qué va! Plátano en villalbés significa plátano, que somos gente de montaña, muy sencilla. Gracias por el recibimiento.

Lav, si te ha gustado esa foto, espérate que te envíe la secuencia del striptease, con Dwalks moviendo las caderas con si las tuviese rotas.

Wendy, yo con el plátano escenifiqué el famoso chiste del idem y la oreja, con gran éxito de crítica y público, por cierto. Dwalks con la manzana hizo una compota riquísima con la que dimos de comer a un refugio de modernos extraviados en Benidorm.

Sá, en mi guantera ya no hay plátano, herramienta impresicindible para viajar, pero quedan cassettes de Pearl Jam, Scorpions y Metallica, la música que yo escuchaba cuando triunfaba ese soporte.

En cuanto a la nota de mi padre..., Supongo que acostarse con la cadena de la videncia puesta en la tele le ha debido dar poderes.

Tony, mi padre es mi evolución natural, (según Dwalks, desde detrás somos completamente indistinguibles), así que tenemos exactamente los mismos ojos.

Jota, ahí me has pillado. Me faltan Salsas Rosas para espabilar y aprender a pedir pasta por las exclusivas.

Troy said...

Con que tu coche carga del lado derecho, ¿eh?