Como decíamos ayer, la Semana Santa ha llegado a su fin. Guardo en la mochila de experiencias acumuladas haber dormido 3 noches consecutivas colgado a una altura de 1,70 m del suelo, haber aparcado 3 noches enteras en prohibidos y librarme de las multas, visitar Cuenca en fiestas nazarenas y festival de tunning, conocer el Susan, y currar en fiestas de guardar.
Lo de Cuenca estuvo muy bien. Vimos las Casas Colgajas, tomamos unos cafeses en el Parador, y visitamos la Ciudad Encantante. Comimos morteruelo, que a mí me recordó mucho al relleno de las croquetas que me prepara mi madre pero con unos nutritivos cachitos de hueso triturado que me jodieron un diente. También nos comimos un rico chorizo de ciervo y un no menos rico atasco a la vuelta.
Fin de las vacaciones con más pena que gloria y dos tristes torrijas en la buchaca. De vuelta al curro, hoy me ha tocado viajar a Almería y por poco tengo que conjugar en condicional.
Anoche, como viene siendo habitual, me acosté a eso de la 01:30 después de jugar al fútbol y encervezarme. Claro, tan cansado estaba cuando ha sonado el despertador que me he dicho "Venga un ratito más".
Una hora después de eso y una hora antes de que despegase el avión, todavía en la cama ya me tenido que decir "Me cago en la hostia" y acelerar mis pulsaciones hacia el límite humano, hasta el punto de que jamás me había sentido tan despierto a las 06:30 sin haber tomado café.
El pijama se me ha caído al suelo del susto casi a la vez que llamaba a un taxi sujetando el teléfono con el hombro mientras me ponía los calzoncillos. "Tardará 12 minutos, señor". Y una mierda. He bajado a la calle con el brazo levantado para ganar tiempo si me encontraba con un taxi. Taxi que con mucha potra ha aparecido casi en la puerta de casa. "Aeropuerto. T4. Peaje. No llego". "¿A qué hora sale su avión?" "Da igual, usted corra y yo pago las multas".
20 minutos después de levantarme estaba en el aeropuerto con la tarjeta de embarque entre los dientes, la camisa por fuera, una barba de dos días y la boca seca. He comprobado que no iba vestido con el tanga de mi hermana ni con las zapatillas de andar por casa de mi padre, esas de cuadros que fueron del abuelo, y he exhalado.
Esto, es una proeza, lo sé, y yo soy un superhombre, también lo sé. Lo que me jode es haber acortado mi vida 1 año por averiguarlo.
En fin, que ya estoy de vuelta en Madrid y me alegro de veros a todos. Buenas noches.
12 comments:
buenos dias. bienvenido de vuelta a madrid.
que pocas torrijas has traido, no? lo de dormir a 1.70 m del suelo, es porque dormias en una litera o porque levitabas?
Parece que lo de Cuenca es un destino usual entre bloggers. Es curioso. Yo pensaba que existía aún menos que Teruel.
Por lo que respecta a las carreras-no-llego, estás hablando con un profesional, así que no te preocupes; si cada ocasión de esas hiciese perder un año de vida, en mi caso habría una no-existencia, con débitos a la cuarta dimensión. Los 39 tacos no darían suficiente de sí.
Deberías haberte fijado en los zapatos y calcetines de las personas en el aeropuerto. Así no te hubieses sentido único. Es alucinante comprobar las disparidades que puedes llegar a observar ;-)
Y el resto del día de trabajo qué tal fue? Pudiste lavarte los piños y afeitarte en el avión sin desollarte la cara? Notabas que la gente te evitaba o se acercaba en exceso olisquándote la sobaquera?
Que sí, que me ha impresionado. De verdad!
En Cuatro estrenan un reality sobre Superhombres, ¿te hace?
MMM, esa superespalda....
Seguro que Hans no lo dijo con mala intención, pero el tratar de ser "cool" haciendo mofa del escaso interés que le despiertan ciudades como Cuenca o Teruel y haciéndolas parecer destinos turísticos sólo aptos para los más extravagantes denota, aparte de escasa originalidad, pobreza cultural. Supongo que tú te lo pierdes.
Que conste que lo digo pelín ofendido, pero sin acritud ;-)
Hombre, Jerónimo, a Hans hay que tenerle en cuenta que Teruel le queda mucho más cerca que Cuenca, y que por vecindad seguro que tiene grabado en la mente el lema "Teruel también existe". Solo es un juego de palabras.
Nanyu, es la cama quien levita sobre 1,70 metros de armario. Yo aún no he descubierto la manera, pero si Shakti me explicase...
Hans, me ha gustado la idea esa de deberle años a la vida y la no-existencia. ¿Has estado leyendo de nuevo a Stephen Hawking?
Dorian, la próxima vez que vaya tan temprano al aeropuerto intentaré fijarme en la indumentaria de la gente, si consigo dejar de buscar azafatas.
Shakti, cuando entré al baño del aeropuerto a mojarme la cara no supe ni hacer funcionar el grifo. Venga a manipular el mando y nada, ni gota. Le tuve que preguntar a un tipo que andaba cepillándose los dientes y que sin sacarse el cepillo de la boca, puso una mano bajo el grifo y voilá, el chorro.
Tony, la superespalda se ha ido. Volverá en verano, pero ahora solo tengo supercuádriceps.
En cuanto al programa de la Cuatro, me dice mi madre que nada de ir a la tele a hacer el payaso, que luego sus compañeras de partida se meten con ella.
Hijo, y todo eso para ver hombres reflectantes...
Que estrés!
Que soy La Tiri, pero no sé que le pasa al blogger. Tu me estás boicoteando...
que rollo, vengo aquí a leerte y me cuentas lo mismo que en café.
y hoy llebavas tanga, que te he visto la hucha cuando te has agachado a encender el ordenador
qué desastre... y qué bien descrito.. pero lo de un año menos, por qué?
Sá, porque el susto que me llevé fue como si me hubiese fumado 40 cartones de tabaco en terminos de acortamiento de vida.
Mmmm, supercuadriceps...
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