Me pongo a buscar un enlace de Madrid Rock para poner en este post y la primera salida de Google es www.ciao.es/Madrid_Rock__148148. Cenizos...
Pues sí, parece que la tienda del cocodrilo, las bolsas naranjas y los celos negros, no gana suficiente dinero para subsistir en este competido mercado de manteros, itunes y emules. Y es una pena porque allí compré mis entradas para el concierto de ZZ Top, la banda sonora de "Doctor en Alaska", y la película "Deseando Amar". Pero sobre todo porque que allí tendremos una aparición escurialense de Amancio Ortega para vendernos ropa estándar a precios de saldo. Quinceañeras con acné se pelearán por la última camiseta estampada talla S, profanando el suelo donde antes cualquier DJ ensayaba sus sesiones, o un servidor buscaba lo último que los gurús Trecet o Tomás Fdo. Flores recetan a diario.
La Gran Vía pierde una insignia y Madrid hoy le brinda un homenaje vistiéndose de blanco para la ocasión. Malos tiempos para la lírica.
3 comments:
Joder, te juro que no es por llevar la contraria, pero a mi Madrid rock me gustaba cero. Miles de veces he ido a por algo en concreto para encontrarme que estaba agotadísimo (el algo, no yo). A base de acumular rencor-discoagotado empecé a aborrecer ese lugar y ahora (aparte por supuesto de mi solidaridad con los trabajadores de MR, para los cuales este cierre es una megaputadapara) no me produce ninguna pena que desaparezca.
Ésa era parte de su encanto, ir a comprar algo, no encontrarlo y por no irte con las manos vacías a casa, llevarte una sorpresa, que bien podía ser un truño enorme o un descubrimiento inesperado.
Nunca te irías de allí sin comprar nada, ¿verdad? Dime que no.
yo una vez me compré un disco recopilatorio de INXS y cuando lo abrí, no tenía cd dentro. yo tenía dieciséis años y me dio palo reclamarlo, comiéndome dicho cd con papas.
supongo que el tiempo pone a cada uno en su sitio, ja!
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