Ayer pasando por delante de la tele recibí un flashazo bastante..., mmm, bastante,.... dantesco. Pero dantesco de Leonardo Dantés.
Una señora vestida toda de rojo, con el estilismo de una azafata de vuelo con gorrito y todo, se presentaba a una niña pecosa como su sonriente menstruación. No vi más, pero recordé que ya habían pasado un anuncio de la misma marca con la misma idea (no quememos las ideas, por favor), y la niña acababa destruyendo tan molesta presencia con una compresa, creo.
Ojalá todas las molestias se pudiesen destruir así, yo le correría a mi jefe a golpe de extrafina por el pasillo, y luego usaría una superabsorbente para que se tragase la montaña de papeles de encima de mi mesa, que creo que se mueve, y a veces incluso me habla. Es como la montaña de basura de los Fraggel, pero sin los Fraggle, cumpliendo al 100% el concepto de montaña y el de basura, mientras que yo me veo más como un curry, mis construcciones son devoradas por tíos más grandotes que yo.
Como a la menstruación del anuncio veo acercarse a mi jefe: “Quiero el presupuesto, el informe de los expedientes, el balance económico y los proyectos de la documentación para el miércoles que viene”. “Sí, sí, y yo quiero combo”. ¿No te jode? ¡Casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano!
1 comment:
tu lapso no está mal tampoco...
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