Una señora vestida toda de rojo, con el estilismo de una azafata de vuelo con gorrito y todo, se presentaba a una niña pecosa como su sonriente menstruación. No vi más, pero recordé que ya habían pasado un anuncio de la misma marca con la misma idea (no quememos las ideas, por favor), y la niña acababa destruyendo tan molesta presencia con una compresa, creo.
Ojalá todas las molestias se pudiesen destruir así, yo le correría a mi jefe a golpe de extrafina por el pasillo, y luego usaría una superabsorbente para que se tragase la montaña de papeles de encima de mi mesa, que creo que se mueve, y a veces incluso me habla.

Como a la menstruación del anuncio veo acercarse a mi jefe: “Quiero el presupuesto, el informe de los expedientes, el balance económico y los proyectos de la documentación para el miércoles que viene”. “Sí, sí, y yo quiero combo”. ¿No te jode? ¡Casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano!
1 comment:
tu lapso no está mal tampoco...
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