*Escrito el pasado viernes.
Es viernes y mis nervios son como los de una vieja ludópata que, sentada en su mesa del bingo, espera que canten el número que le falta para completar su cartón, mientras no puede parar de fumar compulsivamente a la vez que se muerde las uñas y maldice al hombre-serpiente que canta los números.
Después de una semana infernal en el trabajo, llega el último día laboral y necesito estar despierto después de haber celebrado ayer con mis amigos de Madrid que me pasaba un día por el barrio.
Me tomo unos cuantos cafés, con toda su cafeína claro; llegan un par de tareas extras a las que ya tenía programadas y que debo terminar en 12 minutos; el demonio bastardo de Murphy consigue que, por tercera vez en lo que va de año, para un día que no me afeito (voy a tener que empezar a pensar en afeitarme los viernes) tenga una entrevista sorpresa, ésta con una directora de nosequémovidamejicana; llego media hora tarde a rehabilitación y la chica que me da los masajes me clava una mirada asesina; en la carretera de la Coruña hay un atasco que llega hasta Plaza de España; llego a comer a mi casa a las 17:00 y mi hermano tiene puesta una película de Keanu Reaves. Para cortarse las venas.
No puedo bajar a la piscina a tomar el sol porque no hay, no puedo dormir la siesta porque mi cabeza está funcionando a 3000 rpm y no puedo ir al gimnasio a dar puñetazos porque he quedado a las 20.00 para jugar al pádel. Así que decido poner fin a la sequía de posts que estaba asolando el blog. Buena solución, porque a la velocidad que fluyen ahora mismo las ideas por mi cabeza, puedo conseguir escribir más y más rápido que los prolíficos Stephen King y César Vidal.
Un montón de ideas pasaron por mi cabeza esta semana para escribir en el blog. Dos tomaron especial fuerza, pero no la suficiente como para merecerse algo más que un resumen:
- la vuelta de las vacaciones (dura y larga, pero nada satisfactoria para nadie). Lo mejor: ver de nuevo a los amigos del cole. Lo peor: ver que hay algunos que están aún más morenos que tú.
- la participación española en las Olimpiadas. Aschwin Wildeboer, Tatiana Rouba y Nina Zhivanevskaia en natación, Kenji Uematsu en judo, Dimas Wood en vela, He Zhiwen en tenis de mesa y Glorie Alozie (no Aloisi) en atletismo, respondieron al anuncio del COE: “Se compran opciones de medalla. Razón: Comité Olímpico Español”. Al final la cosa de las medallas no salió tan mal.
Por fin me relajo un poco. ¿La grafoterapia ya está inventada, verdad?
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