Wednesday, May 9

Puntualización

Esta tarde he acompañado a Berlín a ver unas tiendas de telefonía porque a su móvil le ha llegado la hora y necesitamos otro de una generación neonueva, que lave más blanco y que sea rojo.

Después de muchos años con Movistar, Berlín ha conseguido acumular unos 25.000 puntos, pero si quiere el móvil aún más barato tiene que firmar un contrato de permanencia de 18 meses más. Como eso nos ha parecido una tomadura de pelo con tufillo a cadena perpetua, nos hemos ido a las tiendas de Orange y Vodafone que hay al lado.

En cierta forma no deja de resultarme paradójico el caso de las operadoras de telefonía móvil porque conceden mayores bonificaciones a la traición que a la lealtad. 30 monedas de plata son tentadoras, pero ¿os imagináis lo que hubiera ocurrido si le hubiesen ofrecido a Judas una Blackberry? Seguramente se habría pasado la vida enviando mails a los romanos para chivarse por dónde andaban el Pedro y el Juan…

Esto de los puntos ha hecho que me colateralmente me plantee cómo los programas de fidelización de clientes nos han invadido en todos los ámbitos. Este es mi día cualquiera:

Me levanto por la mañana, y después de prepararme el café, recorto el punto que viene en el cartón de la leche y que junto a otros 5 enviados a un apartado de correos, me va a permitir entrar en el sorteo de un coche. Otro tanto me sucede con los cereales, solo que en esta ocasión el regalo es un monopatín con un dibujo de un tigre a rayas o una rana con gorra.

Compro el periódico y recorto el cupón 14/80 para el GPS, el del DVD portátil, y el del chándal de la selección. Siempre acabo con tantos cupones que no sé si contarle al kiosquero el chiste de que parezco un ciego de la ONCE o el de que soy un niño de la posguerra con la cartilla de racionamiento.

Cojo el metro para ir a trabajar y me encuentro con el billete de 10 viajes para el que viaja mucho, el abono transporte para el que viaja muchísimo, y el billete sencillo para el turista y el que ha olvidado la cartera en casa.

Para compensar, en el trabajo mi jefe practica un tipo de fidelización inversa: cuanto menos salgo de la oficina, más le suena mi cara, y cuanto más le suena mi cara, más marrones me coloca, lo que hace que cada vez tenga más ganas de salir de la oficina.

Salgo a comer al Fresco o al Subway y sello una tarjeta por la que uno de cada seis almuerzos me sale gratis. O voy a comer el menú casero a la casa de comidas, y si es el segundo día consecutivo que asomo el pescuezo por allí, el camarero me pone un chupito de pacharán y una sonrisa.

Por la tarde salgo a hacer la compra. Si se trata de cultura uso la tarjeta de la FNAC, si se trata de viandas la del Carrefour, si se trata de caldos la del VIPS.

Después de darme gratis uno de cada cinco masajes en el gimnasio, ceno en casa y relamo la tapa del yogur para que con 29 más me envíen un cuento para mis sobrinos, y la de las natillas para que me den unos cromos de fútbol.

Me acuesto.

Intento dormir, pero no paro de dar vueltas a que si comprase el periódico en el VIPS, en 6 años podría cenar gratis; a que tengo que viajar más con Iberia y alquilar más coches en EUROPCAR; y a que únicamente debo parar a repostar en las gasolineras REPSOL porque también me dan puntos para algo que no sé qué es después de 3 años de tener la tarjeta.

Pienso que también debería abrirme una cuenta en la Caixa porque me hacen mucha gracia los puntos Estrella y para algo tienen que servir, pero lo descarto rápido porque me veo gastándome un panojal para conseguir un juego de toallas con una estrella de mar azul, una batidora, y un boli linterna.

Me duermo.

11 comments:

Iván Payá said...

¿Alguien de aquí conoce a alguien que le haya tocado alguna de estas super-promociones de las que habla W?

Y Hans, tío, no te "calientes" tanto, que son sólo opiniones!! Ya sabes, si no te gustan, tengo otras... XDD

Anonymous said...

Y lo peor no es eso, lo peor es que nos hace una ilusiooooón!! Ayer en la cafeteria a la que voy sieeeempre me regalaron un te para llevar, y poco más y me lo como a besos... un te...

Iván, yo si, tengo una amiga a la que le tocan todas, todas estas que sortean con el colacao y el menú del rodilla; la lotería y eso no, pero tiene una ristra de videoconsolas la mamona, así que desiste, todo lo que sean sorteos va para ella. Yo ya no mando nada jamás.

Troy said...

A mí me toca SIEMPRE!!!!

(¡Qué lastima que sólo juegue a "¿Quién se puede encargar del expediente de...?"!)

nanyu fonseca said...

pues a mi el año pasado, por primera y de momento ultima vez, me toco con los puntos de la Visa un talonario de 150 euros bancotel. me parecio estupendo y los gastamos en Toledo y en Madrid. este año, el segundo de la Visa, han querido cobrarme 45 euros de cuota de mantenimiento. la he cancelado, por supuesto!

a mi solo me quedan 4 meses de estar atado a Telefonica...

Anonymous said...

A los únicos puntos que les hago caso es a los negros y a los de la tarjeta Renfe, que sigo siendo muy de tren.

Tony Tornado said...

W, es uno de tus mejores post, tío!

Los puntos estrella vienen genial para ese exprimidor de naranjas o esa joya que nunca comprarías pero que sin duda regalarías...

Yo pedí la portabilidad a Movistar y menos de un día después Orange me ofrecía un mega móvil, llamadas con mi JL a 0,03€ forever, 5 números con un descuento de 90% y 40% de descuento en mi factura durante un año....

Qué te parece? Dentro de 18 meses, volvemos a empezar...

Marpessa said...

Pues el boli linterna tiene su utilidad... Yo lo llevo en el bolso porque en mi calle a veces las farolas están apagadas (será para ahorrar y tal) y no se ve un pijo. Con el estupendo boli-linterna... pa'dentro del portal sin problemas, oyes.

Iván Payá said...

Ayer FMG mandó delante de mí un sms a Coca-Cola con un código que sale en la chapita de las latas. Sortean 1 casa. ¡1 casa! Los hijos de puta, como si no les diera pa más. Por lo visto, está todo el mundo echando a todo, a ver si toca algo, que está la cosa mu malita jarl...

Marina, necesito una novia así. Preséntamela. Ya.

would said...

¡Ay, cuántas cosas se me pasan por la cabeza y qué poco tiempo para contarlas!

A ver si el viernes...

M. said...

A ver si te va a estallar por sobrepeso... Háztelo mirar...

magnetoelectrico said...

hola!