Thursday, June 15

Los zapatos del oro

Una vez más han caído cuatro gotas en Madrid y la ciudad se ha colapsado. Dejando de lado el tráfico, hoy le ha tocado el turno al metro, que ha vuelto a inundarse. Entre la línea 3, que está cerrada por completo, la 8, que tiene un tramo inutilizado, más los de las otras líneas que se han anegado hoy, sumado a que desde hace un par de días no funciona el aire acondicionado en los vagones, entiendo perfectamente los cabreos de la gente. De hecho he estado a punto de manifestarme a la salida, pero tenía hambre y me he ido a casa.

En otro orden de cosas, desde hace unos días vengo siendo testigo de una moda que me tiene preocupado. Probablemente sea algo que viene de lejos, pero que como soy poco observador no he caído hasta que se ha convertido en algo más o menos masivo.

De lo que estoy hablando es de los zapatos dorados. Sí, sí, z-a-p-a-t-o-s d-o-r-a-d-o-s. Encuentro zapatos dorados por todas partes, pero aún así llego a casa y busco "zapatos dorados" en Google:

- Y me dice que Dolce&Gabbanna los combinan con calcetines morados. Y me imagino a Leticia Sabater llevando el conjunto y todo me cuadra.

- Y me dice que una presentadora de Playboy TV los lució como único atuendo en su programa. Y la putada es que no puedo quitarme de la cabeza a Leticia Sabater;

- Y me dice que "es naquísimo traer zapatos dorados de día (para las niñas)", como "naquísimo es usar ombligueras en pleno invierno y pasear tu agujero ombligal por toda la ciudad"; y me pregunto qué demonios son las ombligueras y si naquísimo es bueno o es como peerse en medio de una genuflexión.

- Y me dice que se limpian muy bien con pasta dentífrica. Y pienso en mi vitrocerámica y en mi tubo de Licor del Polo convertido en una navaja suiza multiusos.

Personalmente no me gusta el dorado. El dorado es tan ostentoso que me parece cutre, y que me perdonen los valencianos. Nunca he llevado nada dorado a pesar de que mi abuela insistió de pequeño en que llevase una cruz que me había regalado. Me la ponía cuando venía a casa y en cuanto salía por la puerta la guardaba en el cajón. Ahora el único adorno que llevo es la cruz de madera de mi confirmación sujeta al cuello con un cordón raído comprado en una zapatería.

El dorado me recuerda a M.A. Barracus, a las bodas gitanas y a un anillo de plástico con el que me atraganté de pequeño y casi muero.

Los zapatos dorados son óptimos para rodar un anuncio de Freixenet haciendo de niña burbuja. Son buenos para ponerlos en la parte de atrás de la bici como reflectantes, e incluso son buenos para colgarlos en la terraza para ahuyentar a las palomas. Pero los zapatos dorados son horribles para pasearlos por la calle.

Sí, señora, sí. Si usted ha comprado unos zapatos dorados pensando que son superdivinos, probablemente lo sean, no seré yo quien le quite la razón, pero solo se los podrá poner apropiadamente cuando su marido le pida que le haga esa imitación tan graciosa de María Isabel.

Ronaldinho calza botas doradas. ¿Alguien considera a Ronaldinho paradigma de la moda? Vale.

17 comments:

Anonymous said...

XDD
Menos mal que alguien lo dice en alto!
Pienso lo mismo que tú, pero parece ser que son más las fashion victims que sus detractores como nosotros. Están por todas partes! y no sólo pasean todo el día con sus zapatos cegadores, si no que los conmplementan con bolsos enormes y cinturones-falda dorados doradísimos, por no hablar de pulseras, pendientes y demás bisutería...Todas iguales, como de uniforme, serán de un equipo federado de horteras?

nanyu fonseca said...

jo, por un momento he pensado (he creido leer) que ibas a hablar de los zapatos del loro, y me ha parecido interesante y ademas cuadraba con tu viaje a el Salvador.

poco a poco mi interes ha ido decayendo al ver que hablabas de zapatos de oro...

y no es por ti, sino por el poco interes de los zapatos dorados que tengo, en eso coincidimos.

Anonymous said...

Splash, splash, yo no lo hubiera expresado mejor. Muerte a los oropeles!
Cuando yo era pequeña nos explicaban que nada que brillase era apropiado parta ser lucido a la luz del sol. Algunas hicimos causa de honor contra los brillos también a la luz de la luna, lo que pensándolo bien, tiene verdadero mérito habiéndome criado en Sevilla, la patria del raso y del tafetán.

Vinou said...

¡Genial! Gracias a unos amigos mejicanos que nos hicimos hablando francés en Alemania (porque siempre hay que ser sencillos), yo sé lo que son naquísimo y ombligueras :-)

naco = cutre, hortera, malo, gamberro
ombiguera = camiseta supercorta que te permite lucir el ombligo (y los michelines, por culpa de exceso de tacos con mole, por supuesto).

Yo no tengo opinión sobre los zapatos dorados... de toda manera, las chicas suelen tener mal gusto para los zapatos, jajaja! (bromeo, eh)

M. said...

A mi no me disgustan; pero como el dorado no es mi color, pues no los uso.

Y voy a por lo importante del post:
Ahora el único adorno que llevo es la cruz de madera de mi confirmación sujeta al cuello con un cordón raído comprado en una zapatería.

Y SERÁ VERDAD!!!!!! FOTO DEMOSTRACIÓN!!!!!

Anonymous said...

¿Ah, pero eso que se mueve es gente? ¿No forman parte del decorado? ¿Y dices que llevan zapatos?

Shakti said...

Y qué me dices de las BOTAS doradas? El verano pasado parecían ser lo más en Suecia, suerte que la moda la marca más Francia o Italia... Imagínate que Alemania creara tendencia: el verano que viene todos con chancletas y calcetines...

De ahí al suicidio colectivo hay un paso!!

Anonymous said...

... y sin depilar.
Qué razón tienes, Shakti!

Iván Payá said...

Con tacones y con al chándal al Carrefour. Eso es moda. Informal pero arreglá.

Lo siento, no entiendo mucho de todo esto. Yo es que soy más de follar.

Abrazos!!

Pow said...

Y mira que yo me he quedado anclado con esa referencia valenciana... ¿Las Falleras? ¿La paella? ¿El Miguelete?
¿Qué carajo tendrán dorado los valencianos?

would said...

Fuego!Bomberos!!y yo con estos pelos!!!!... ¡Qué nombre tan largo! Permíteme que te llame Pelos, a secas.

Pues Pelos, esta mañana, en media hora que he estado en la calle, he visto 4 pares. Dwalks puede atestiguarlo porque venía conmigo y a cada par que veía le arreaba un codazo en las costillas. Creo que le he roto alguna porque al final sonaba un silbidito cuando respiraba.

Nanyu, yo que estaba empezando a perdonarte... ¡Fuera de aquí! Mis temas son siempre interesantísimos. ¿Habrase visto semejante desfachatez?

Lioness, Me apropiaré eso que te enseñaron de pequeña para transmitírselo a generaciones futuras: La sutra del lujo y pedrería. Me gusta...

Vinou, debes crearte una opinión sobre los zapatos dorados cuanto antes. Va a ser el tema de conversación del verano en cuanto acabe el mundial. Y muchas gracias por aportar a este blog, que aquí vienen algunos a perder el rato sin tener ni idea de nada, ¿verdad Iván?

M., céntrate haz el favor. ¿"A mí no me disgustan"? ¿Pero tú te ves en tu pueblo manchego con esos zapatos?

De la cruz ya hablaremos tú y yo. [...] ¿No lo hemos hecho ya?

¡Manzanas traigo! Te adelanto que la moda que viene pasa por llevar flequillo/abanico. ¿Estás preparada?

Shakti, que me dice mi cuñao alemán que su camisa de lunares es lo más. ¡Ah, y que qué sabréis en Barcelona de moda! Ahí queda eso.

Iván, pues aquí de follar no se habla, y que no me entere yo. Ahora mismo te vas a por el Yo Dona y te lo empollas para poder mantenerme la conversación.

Dorian, lo del dorado y los valencianos es algo que está ahí. No sé, es el concepto. Yo lo veo.

Marina said...

Somos de oro? En serio... Explica eso bien!! xq me han entreado unas ganas terribles de meterme en la ducha con un estropajo hasta que se me quite el brillo que yo no veo... y no nos puedes asociar con el naranja, o con el amarillo de la paella? Aunque lo de estar hecha de granos amarillos tampoco me atrae demasiado... de oro...aiiis!

said...

yo, como Dorian, me he quedado colgado con los valencianos.
Lo has descrito bien, aunque para serte sincera, si ahora mismo llamara a tu puerta Shakira con unos zapatos dorados, le cerrarías la puerta?

Nepomuk said...

Pero qué chico este... no sólo se ha confirmado (amén) sino que además... ¡cuando ve una chica se fija en los pies!

¡Si es que da gozo! ¡si es que es el concuñado que toda concuñada desearía tener!

ajito, ajitooooo...

would said...

¡¡¡Marina, estás viva!!! Tú eres de agua salada mujer. Y que te lo tenga que decir yo...

Sá, si Shakira viniese a mi casa con zapatos dorados le pediría que se los quitase para que no me estropease el parqué.

Nepomuk, me dice Butragueño que hasta se ha puesto celoso.

Anonymous said...

Toda la razón, y nada más que la razón. Pero las alpargatas de color rosa sosón también son de patada en la entrepierna.

would said...

¿Te refieres a esas zapatillas color chicle Cheiw de fresa? Terribles...