Wednesday, April 20

de cremas, gazpachos y pistos



Yo era un enano más en mi urbanización de la sierra y jugaba con los mayores, que tenían 9 o 10 años, a eructar bien alto, quemar saltamontes con cerillas o pegar chinazos a botellas de cristal con nuestros tirachinas.

La madre de unos de los niños de la pandilla era representante-vendedora de Thermomix. A mi eso, por aquel entonces, me sonaba a gente que vivía en un pueblo galo que resistía tozudamente a que lo conquistasen los romanos, pero como a mi madre le dijeron con gracia lo de: “Con esto les preparo a mis hijos unas croquetas con las sobras del cocido, que se chupan los dedos”, pues ingresó como acólito nº1 en la secta de las cuchillas que trocean, pican y trituran.

La suerte estaba echada y a partir de entonces todo fueron granizados de limón, gazpachos bien fresquitos, y croquetas de jamón, pollo y huevo. Mis hermanos y yo podríamos haber llegado a los 50 con la dentadura prácticamente intacta si no hubiese sido porque, en cuanto salíamos de casa íbamos al kiosco de golosinas a comernos una bolsa de kikos, y chicles Boomer de 2 en 2 para que los músculos de la mandíbula no se nos atrofiasen.

Aunque pasaban los años y las cuchillas de la Thermomix perdían su filo, la fe de mi madre iba en aumento. Periódicamente iba a convenciones ocultistas que ella llamaba “cursos de cocina”, donde volvía con el espíritu henchido y la cabeza llena de ideas. Y como en cualquier secta de buena familia, en esta también le sacaban la pasta cada cierto tiempo para que se comprase el último modelo de la picacalientacuecepesa y es fácil de limpiar.

El aparato se ha convertido en su ojo y brazo derechos, hasta el punto en que amenaza con comprarnos una a cada hijo según salgamos escopetados de casa.

Pero cuando ya pensaba que tendría que disputarme la herencia con el hijo cabrón de Hal, el ordenador de Odisea 2001, ayer descuelgo el teléfono de casa: “¿Sí?; ¿Está la señora de la casa?” Y esa es mi madre, así que: “Mamá, teléfono; ¿Quién es?; No lo sé, Rappel está en La Granja”….

“¿Sí?....¡Ah, hola!... Sí, me va muy bien.... No, estoy muy contenta con ella.... No, muchas gracias, pero no.... Pues porque la he visto y es mucho más aparatosa y no me gusta.... Es que ES más fea.... ¡Bueno, señora, QUE NO, que mis hijos ya comen sólido!”.

“¿Quién era, mamá?; La de la Thermomix, que me quería vender el nuevo modelo; ¿Y qué ha pasado?; Que ya no pico”.

¿Sabíais que hace menos de una semana han puesto Eyes Wide Shut en la tele?

14 comments:

Nepomuk said...

No vayas a decirnos que en las reuniones acerca de esos cacharritos las amas de casa se dedican a lo mismo que en las reuniones de logia "Eyes Wide Shut" porque entonces... yo comenzaría a entender realmente el poder de captación de la Thermomix.

_R_ said...

Claro, con Ferran Adria como Gran Maestro de la Logia. Terrorífico.

Troy said...

¡¡Que inquietante!!
Menos mal que mi madre no tiene Thermomix.
Ella es más de Tupperware...

Fujur said...

No ha tardado un poco en darse cuenta de que la estaban timando? Oye qué infancia más molongui... mi madre no me dejaba relacionarme con los niños de la calle. Fue muy duro, lloraba por cualquier tonteria.

would said...

Nepomuk: No quiero saberlo, pero creo que es peor. Creo que se reúnen y hablan de la princesa Letizia, de la Pantoja y de Ortega Cano.

_R_: ¿No era él quien preparaba los bocaditos de puro habano? ¡Qué grande!

Troy: tu madre recibirá una llamada de la mía en los próximos días. Olvídate de los Tupper, toda la comida que te prepare la podrás guardar en cantimplora.

Mordiscos: Ya, es que no sabía cómo hacer la introducción para no soltar el título de la peli de sopetón y al final me ha quedado un poco rollo.

Fújur: “Es que los niños de la calle son muy peligrosos. Solo hacen que esnifar pegamento, robar en los supermercados y pegar a los animales”.

Anonymous said...

Oye would me inquieta, no sé si has visto el libro de recetas de la nueva thermomix. Con un atardecer impresionante en la playa y la thermomix puesta con photoshop en el lugar del sol... terrible.

P.D: mi madre es miembro de un foro donde se pasan recetas secretisisisísimas, me inquieta.

un saludo

kurt said...

el mundo thermomix es una de esas cosas que, cuando uno está fuera, lo ve como lo más freakie del universo, pero una vez dentro de él, no entiendes como has tardado tanto tiempo en adherirte al movimiento.

Mi madre jamás fue de Thermomix, pero yo me lo estoy planteando, y lo digo totalmente en serio. Y no os pienso contar nada nada nada de lo que ocurre ahí dentro, incrédulos.

Nepomuk said...

Kurt...tú tienes que ser Covain ¿no? porque si no es un colocón...uy que maaaaal...
¡Adoremos al Dios croqueta! ¡Alabado sea el Arcángel Gazpacho! ¡loada sea el Santo Padre estofado de ternera con guisantitos y zanahorias caramelizadas!
¡AMEEEEEEEEEENNNNNNNNNNN!

Troy said...

Igual lleva siglos en mi kiosko, pero hasta hoy no he reparado en un fascículo llamado algo así como "El insospechado mundo del Thermomix".

Inquietante...

po said...

Cuando nos compramos la "licuadora", mi madre empezó a hacer batidos con todas las frutas que encontraba en el súper. A mí me encantaba hacer batidos de frutas, aunque no bebérmelos (me daban grimita los grumos).
La euforia-licuadora duró cinco años, más o menos. Ahora la tenemos encima del mueble de la cocina, sujetando los papeles de periódico que evitan que se engrase.
Podríamos titular este post como "la licuadora: una estrella venida a menos".

Un tipo raro said...

Jajaja... mi madre la compró cuando me fuí de casa. Ahora cuando voy, me hace granizados "sólo para mí".

Dice que cuando cobre la extra me compra una... de eso hace 5 años!!

would said...

Otto: ¡Lo véis! ¡Lo véis! Lo siguiente es pintarle un ojo en el vaso y ponerla en los billetes de dólar. Yo os he avisado.

Kurt: Yo hablo mucho, pero estoy encantado. No te lo plantees, sabes que la quieres, sabes que la necesitas,... y sabes que te debo una.

Troy: sí, es de una colección un poco aburrida. Si no me equivoco es el fascículo que va después del de los masones. No te lo compres, no desvela nada.

Po: la vida útil de las licuadoras, en mi casa se reduce a 2 meses. Luego, si no las escondemos, como en tu casa, se las come la Thermomix.

Tipo raro: Pues si quieres una, yo le diría a tu madre que cambiase de trabajo, porque 5 años sin extra...

Anonymous said...

Yo a J. no sé si esto se lo voy a poder pagar con dinero. Ya le debo un montón de risas de producción propia, las de Nepo y las del Gallipato. Gracias a Nepo, me encontré con Fújur, ahora contigo, y lo que queda por visitar...
¡Me vais a salir por un ojo de la cara, copón!!!

Bo Peep said...

A mí el tema cocina como que me queda muy lejos, jajajajaja. Mi madre siempre nos decía que lo mejor era no cenar y así no había que discutir por quien hacía la cena.
Y la peli, sí, la vi de nuevo, pero me resultó menos morbosa y más artificial. No sé.