Esta ciudad se ha convertido en un horno de convección. En la calle un aire africano que prácticamente no te deja respirar, te abrasa la garganta cuando pasa por ella y explota en los pulmones.
El sol te ciega y calienta tu ropa pegándose a ella. Entonces sudas y la ropa se pega a ti, por lo que finalmente el sol también se te pega.... pero no te pones moreno.
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