Wednesday, June 30

calor

Esta ciudad se ha convertido en un horno de convección. En la calle un aire africano que prácticamente no te deja respirar, te abrasa la garganta cuando pasa por ella y explota en los pulmones.

El sol te ciega y calienta tu ropa pegándose a ella. Entonces sudas y la ropa se pega a ti, por lo que finalmente el sol también se te pega.... pero no te pones moreno.




Sunday, June 27

bodas 2

Hace calor. Son las 4 y media de la tarde y dentro de 20 minutos tengo que comenzar a prepararme para ir a la boda de un amigo. Sí, otra.

A pesar de lo que pueda parecer, me alegra que mis amigos se casen, pero les agradecería que no lo hiciesen todos a la vez. ¿Por qué no se les ha ocurrido casarse entre ellos? ¡Los gastos se reducirían a la mitad!

Resulta que el sueldo de trabajador por cuenta ajena no me da para mucho y este año ya he tenido que romper el cerdito en el que iba echando mis ahorros desde los 10 años. Le tenía mucho cariño.

Bueno, eso y que no consigo sacar dinero de las orejas de la gente. ¡Cómo odio al amigo de mi padre que de pequeño me robó todas las monedas de peseta y de duro que tenía dentro de la cabeza diciendo que hacía magia! Maldito ladrón. Él ahora vivirá en La Moraleja mientras yo no tengo ni para el metro.

Las bodas me recuerdan los anuncios de Mastercard:
- Gastos del viaje: 60 € (hoy nadie se casa donde vives)
- Gastos de vestuario: 45 € (media de gastos entre tintes y bodas en las que tienes que alquilar chaqué y otras en las que puedes ir con el traje de gala que te pones cuando hay reuniones de trabajo).
- Gastos de alojamiento y estancia: 80 € (y durmiendo en un sitio baratito, ¿eh?)
- Regalo para los novios: la voluntad, pero siempre algo más de lo que echas en el cestillo de la iglesia cuando vas a misa, o lo que gastas al mes en bastoncillos para las orejas.
- Ver cómo dos amigos se juran amor eterno: no tiene precio.

Varios: además siempre puede existir un costoso anexo a las facturas de las bodas: Multa si caes en la emboscada de la Guardia Civil que se a apostado a la vuelta de la primera curva a la salida del salón de bodas. Se estima en 600 €.

Ayer me dijo uno de los futuros casados: “Tengo una noticia para ti. No se si es buena o mala. Quiero que seas mi testigo, y tendrías que llevar chaqué”. “Bueno, - le dije – yo te saco de dudas: ES MALA”. No es que no me pareciese un honor que me nombrase su testigo, que me lo parece y lo es. Tampoco es que me sienta incómodo con un disfraz tan curioso. Pero es que, además de la pasta gansa que me voy a dejar en el alquiler, probablemente ir así vestido será la excusa perfecta de todas las solteras que vayan a la boda para hacer de mi la diana de sus bromas.

Aún así, me he prometido disfrutar también de ir con un chaqué alquilado. “Niño, no llores más. Toma, suénate los mocos con la manga de mi chaqueta”. “Ya me han vuelto a tirar media copa en los zapatos. Bueno, es igual, froto un poquito con la manga y vuelven a estar más brillantes que con cera Búfalo...” (el secreto está en los mocos del niño, no conviene olvidarlo). Las posibilidades son infinitas. Solo hay que dar rienda suelta a la imaginación.

Wednesday, June 23

bodas

Es una racha que pasa enseguida, me dice un amigo. ¿Buena o mala? me pregunto yo.

El año pasado podía jugar con garantías un partido de solteros contra casados. Éramos un equipo orgulloso, aunque yo nunca terminé de creerme la envidia que despertábamos en nuestros rivales: "Aprovecha ahora, no seas tonto", decían. ¿Aprovechar a qué? ¿A meterles una paliza porque aún contaba con los mejores jugadores en mi equipo e incluso teníamos banquillo? Al paso que llevan, me voy a quedar de utillero en los partidos de Padres vs. Casados inéditos.

A mi edad, mis amigos llevan ya más tiempo del aconsejable haciendo el amor con sus parejas en casa de sus padres. Parece ser que la tensión de escuchar si el ascensor para en tu piso, o si ese ruido de tacones corriendo no viene de la vecina de arriba persiguiendo a su gato que le ha arañado el sofá, sino de tu propia madre que ha descubierto tu ropa interior en el suelo y corre como alma que persigue el diablo hacia nuestra habitación, ya ha acortado suficiente sus vidas.

Les ha llegado el momento de decidir: o se casan, o se quedan solos. Esta encrucijada suele presentarse acompañada de las palabras mágicas: "Cariño, si me quisieses de verdad, te casarías conmigo". Lo que podría ser una tercera vía (mágnica expresión, Tony B.), es la opción neutra vivir juntos, pero es tan similar a la fórmula del "para siempre", que también asusta.

La mayoría acepta una huída hacia delante: "De perdidos, al río", dicen. ¡Y luego que si la contaminación de los cauces y la fauna! Igual que el pez de tres ojos de Springfield, creo que está desarrollándose en las aguas del Manzanares, gracias a una horda de valientes novios que se han arrojado a sus aguas, una especie mutante del pato autóctono, y que se reconoce fácilmente por vestir chaqué e ir acompañado del ala por su madre.

Tuesday, June 22

Entrando

La búsqueda continua de trascendencia hace que el ser humano se esfuerce por dejar huellas en su paso por la vida, con la intención de que permanezcan por más tiempo en los demás que el rastro de nuestro perfume al pasar junto a ellos. Weblogs.